El icónico vestido, que hizo famosa a su creadora, cumple 40 años. Son cuatro décadas abrazando, literalmente, el cuerpo de las mujeres de todas las edades. Tan actual hoy como en el día de su creación, el "wrap dress", traducido como "Vestido envolvente", "vestido sobre" o "vestido cruzado", es el típico diseño simple y básico que se trasforma en algo atemporal. Creado en un momento en que la moda dictaba la igualdad de género y los vaqueros eran el uniforme, Diane Von Fustenberg alentó a las mujeres a explotar su feminidad en un vestido que se trasformaría en uno de los mayores fenómenos de la moda estadounidense.

Cómodo, fácilmente adaptable a cualquier tipo de cuerpo y muy favorecedor, el "wrap dress" rápidamente se trasformó en el vestido de la mujer moderna, símbolo de libertad y poder femenino para toda una generación. Es el típico comodín que pasa del día a la noche, del trabajo a la noche sin dejar de parecer profesional en uno y fantástico en lo otro.

Desde su aparición en la portada de la revista Newsweek en 1976, el "wrap dress" ha tenido sus altibajos, pero siempre ha vuelto con fuerza renovada al armario de las nuevas generaciones. Su creadora, la diseñadora Diane Von Fustenberg, lo creó a finales de los años 70 pensando en una mujer liberada, que buscaba su lugar en el mercado de trabajo sin abrir mano de su feminidad. Después de algunos años en la cumbre (se llegaron a vender más de 5 millones de unidades), el "wrap dress" ha pasado por períodos de olvido.

En 1983, la diseñadora perdió el control de su creación y tuvo que vender su marca, hasta que, ya en los años 90, percibe que las hijas de sus amigas empiezan a sacar del fondo de los armarios de sus madres los vestidos originales, para lucirlos otra vez. Fue el momento del retorno y la diseñadora relanza su diseño icónico: el "wrap dress" había vuelto y era todo un "must have" en las paginas de la revista Vogue.

Al principio, a la diseñadora no le gustaba que su nombre estuviera siempre relacionado con el vestido. Había creado muchas cosas más, pero le parecía que su único logro había sido el "wrap dress". En la actualidad, según la misma Diane Von Fustenberg, tener su nombre relacionado con él es un honor, ya que se ha trasformado en un clásico de la moda femenina de todos los tiempos.

Tanto es así que la diseñadora ha creado una colección tributo con piezas especiales para conmemorar el 40º aniversario y ha comisionado a distintos artistas para que crearan piezas conceptuales inspiradas en el "wrap dress".

La colección conmemorativa está inspirada en la iconografía de Andy Warhol, amigo íntimo de la diseñadora, con estampas pop paseando sus colores por variaciones cortas, largas, amplias o ajustadas del "wrap dress".

La exposición " Diane Von Fustenberg: el viaje de un vestido" se ha inaugurado ayer en Los Ángeles y estará abierta al público a partir de hoy hasta el 1 de abril. Para más información acerca de la exposición y el aniversario del "wrap dress", puedes visitar la pagina web www.dvf.com/wrap40.

Su diseño sigue tan actual hoy como cuando fue creado. Sus vestidos se pueden adquirir en las mejores tiendas y los modelos "vintage", originales de los años 70, son muy buscados en paginas de subastas como Ebay. En su tienda "online" -www.dvf.com- se encuentran modelos actuales con precios a partir de los 150 €, además de otros modelos de ropa, bolsos, zapatos y accesorios. Un imperio que se ha mantenido en el tiempo y la mejor prueba de que un vestido, sí, puede hacer una mujer.

Algunos retazos

Nacida en Bruselas, en 1946, ha heredado el apelido Von Fustenberg de su primer marido, el Principe Egon Von Fustenberg.

Con su marido formaba la perfecta pareja de los años 70. Ricos, excéntricos y frecuentemente vistos en las fiestas más glamurosas, en las que acudían desde Andy Warhol y Salvador Dalí hasta los Duques de Windsor.

Con el divorcio, en 1973, perdió el título de princesa, pero siguió utilizando el apellido Von Fustenberg.

Uno de los primeros ejemplares del "wrap dress" está expuesto en el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York.

Después de vivir en París, se va a vivir Nueva York y en 2002 adquiere la nacionalidad estadounidense.

En 1998 publica sus memorias.

En 2005 recibe el Lifetime Achievement Award del Consejo de Diseñadores de Moda de América (CFDA) por su trayectoria profesional.

En el 2006, el mismo Consejo la elige para el cargo de presidente, que mantiene hasta la actualidad.