La web 2.0 llegó a nuestras vidas como una revolución hace casi una década. Se acuñó con este término a una evolución de los servicios online. Durante 2004 y 2005 apareció una cornucopia de servicios online que modificó para siempre nuestro comportamiento como espectadores pasivos de contenidos digitales y facilitó nuestra participación activa como contribuidores.

Este concepto y forma de entender el uso de internet ha madurado y como toda innovación hay un momento en el que deja su sitio a una nueva era de servicios. Durante el año 2013 se ha notado este cambio con el continuo goteo de despedidas digitales.

Messenger, el servicio de mensajería de Microsoft que estaba presente en el 97% de los ordenadores de sobremesa hasta hace pocos años, se ha integrado en Skype, una empresa que compró el fabricante de Windows en 2011. El peculiar sonido que se producía al llegar un nuevo mensaje ha sido copiado de alguna forma por el resto de servicios de mensajería. En mayo ya no estaba disponible. No es el único cambio que realizó Microsoft. Hotmail, su correo web, pasó a llamarse definitivamente Outlook como su popular programa de ordenador. Estos dos pasos del fabricante de Windows, junto a la compra de la división móvil de Nokia, muestra una decidida estrategia de reconversión hacia un nuevo escenario digital en el que aspira a seguir siendo un actor decisivo.

No son los únicos decesos digitales que se produjeron en 2013. El popular reproductor Winamp tras quince años de historia dejó de mantenerse. Altavista, una de las páginas de referencia a finales del siglo pasado, desapareció definitivamente. Google también ha apostado por la reconversión cerrando diferentes servicios y apostando por su integración en la plataforma Google+. Otros proyectos que Google ha abandonado son Google Reader, que permitía unificar varias fuentes de información en una única página, iGoogle que permitía personalizar la página de inicio, o Google Talk cuyas funciones se han integrado en Google Hangouts.

FlickR, la red social de fotografías y uno de los iconos de la web 2.0, se reinventó en 2013 pero ya no es referente ante otras opciones como Instagram o Facebook. Otros servicios como Wikipedia, comentarios en páginas web, o redes para compartir como BitTorrent, también servicios de la web 2.0, tienen la misma validez que las enciclopedias en las estanterías si lo comparamos con el mando a distancia del televisor. Solo YouTube sigue siendo un referente que puede evolucionar hacia la web 3.0 por pertenecer a una gran red de datos como es Google. Esta es la gran revolución que ya estamos viviendo aunque no la veamos. Se llama web semántica. Por hacer click, conectarnos a una wifi gratuita con el móvil, darle al me gusta, o buscar estamos enriqueciendo la gigantesca base de datos en la que se ha convertido la web y permitimos, queramos o no, que los grandes de la Red nos ofrezcan servicios capaces de anticiparse a nuestros gustos.

iPhone5 R.I.P.

Una de las sorpresas del pasado año fue que Apple no siga ofreciendo el iPhone5 en el mercado, mientras mantiene un modelo más viejo, el iPhone 4S, tras la presentación del iPhone 5S y el iPhone 5C. Este último modelo tiene prácticamente las mismas características técnicas que el anterior. En 2013 también se actualizó su sistema operativo e hizo desaparecer una de sus señas de identidad, el eskeumorfismo: presentar una interfaz que mantenga la imagen de objetos reales.