Llegó el frío, tardó, pero... aquí está. Ya teníamos ganas, las estaciones tienen su ritmo y su alteración no es buena... Antes se comía en cada una de ellas lo propio de la época, respetando el ciclo natural. Con la llegada del otoño nos encontramos con cítricos, calabaza, espinacas, acelgas, col, castañas, granadas, guayabos, membrillos, peras, manzanas, sardinas, caballas, nueces, almendras... Estos productos contienen los nutrientes que nuestro cuerpo necesita estos meses del año. Hoy encontramos cualquier tipo de alimento cualquier mes del año; lo que no se produce aquí, se trae de otros lares, climas y necesidades. Muchos de estos alimentos perecederos, no propios de esta época, han estado tiempo en cámaras de conservación para su traslado y nos llegan sin sabor a nada y encima son más caros que los que la tierra y la mar nos ofrecen en el momento adecuado. Es preferible, en lo posible, elaborar las distintas recetas con ese producto propio del otoño, también de nuestra zona, de nuestra cultura. Son muchas generaciones alimentadas con lo mismo y nuestro cuerpo está hecho a él. Además, y a la vista de lo expuesto, son los más aconsejables para nuestra salud; no olvidemos que la naturaleza es sabia. Y ya mejor que mejor, que lo que comamos provenga de la agricultura y ganadería ecológicas, que cada día tienen más auge. Otoño... "En llamas, en otoños incendiados, arde a veces mi corazón, puro y solo. El viento lo despierta, toca su centro y lo suspende en luz que sonríe para nadie ¡cuánta belleza suelta!"... ¡Qué hermoso poema de Octavio Paz! Y ahora, pongámonos a tono y probemos esta deliciosa receta.

Ingredientes: 400 gr. de fabes, 200 gr. de chorizo asturiano, 200 gr. de morcillas asturianas (secas, curadas al humo), 250 gr. de lacón, 100 gr. de tocino o panceta, azafrán, sal.

Elaboración: Poner las fabes de remojo en agua fría la noche anterior y el lacón y el tocino en otro recipiente en agua templada. Lavar las morcillas y el chorizo. A continuación, colocar en un caldero las fabes cubiertas de agua un par de dedos por encima. Hervir a fuego vivo con la cacerola destapada, quitando la espuma que salga. Añadir el lacón y el tocino y dejar cocer a fuego lento con la tapa puesta, durante 2 horas, moviendo en vaivén la cacerola de cuando en cuando. Sazonar y añadir el azafrán, el chorizo y la morcilla, dejándolo cocer todo junto, un cuarto de hora más o menos. Probar las fabes para comprobar que están cocidas, apagar y dejarlas reposar. Servir en el mismo caldero con el compango troceado en fuente aparte ¡Que lo disfruten!

Nota: Este sábado, 30 de noviembre, los espero para la firma de mi libro "Las Recetas de mi familia. Platos con tradición y aromas de nuestros antiguos hogares aderezados con anécdotas y poesías de la transmisión oral canaria", con ocasión de la Noche en Blanco de La Laguna, concretamente en la carpa de la librería Lemus, entre las 12:00 y las 14:00 horas. Ya es tradición el éxito que esta celebración tiene. ¡Feliz semana!