Tras el éxito logrado a comienzos del presente verano por "Circundando", festival internacional de circo celebrado en las calles de Garachico, la Villa y Puerto vuelve a abrir sus espacios a una muestra de artes escénicas. En esta ocasión, es la danza contemporánea la que tratará de movilizar a creadores, intérpretes y público, copartícipes de "Cuadernos escénicos", evento cuyas representaciones se desarrollarán desde hoy hasta el domingo bajo los auspicios del proyecto cultural Área Garachico y el Ayuntamiento norteño.

La creadora, bailarina y profesora de danza contemporánea Teresa Toledo, premio Réplica a la mejor bailarina de Canarias en 2011, y Roberto Torres, bailarín, coreógrafo y director de la compañía Nómada, coordinan esta actividad en la que la danza "ocupa" el espacio público convirtiendo éste en escenario.

"La danza como arte plástica se adapta al lugar -explica al respecto Roberto Torres-, siendo este escenario un elemento que se suma a la propia danza y la envuelve, generándose un espacio mágico, ya que el lugar nos traslada como si de un cuadro se tratara", al tiempo que "la danza lo habita".

Para Teresa Lorenzo, se trata de "dejarse empapar por las sugerencias de cada espacio" al que "hay que adaptarse y no imponerse".

¿Por qué Garachico? Para Lorenzo la respuesta es clara: "Es donde nace la propuesta" y un destino que ofrece al artista "rincones atractivísimos para la creación".

"Sin duda, Garachico es uno de los lugares de la isla que más rincones mágicos tiene", conviene Torres, quien se refiere tanto a los monumentos cargados de memoria como a los espacios naturales. "Es un pueblo que nos traslada constantemente a otros tiempos y, además, deja que la imaginación llene espacios vacíos de la memoria. Un pueblo cuidado y conservado con gusto, cuyo ejemplo que deberían de seguir otros municipios de la isla", afirma.

Ocupación por la danza

"Cuadernos escénicos" cuenta ya en Tenerife con algunos felices precedentes, entre ellos el Festival Mueca de Puerto de la Cruz, las funciones al aire libre realizadas en Santa Cruz y La Laguna y el reciente "Circundando", que Área Garachico llevo a cabo el pasado julio en la Villa, desde donde se proyectó a otros destinos canarios.

Al ser preguntado por las singularidades que ofrece el nuevo festival, Roberto Torres conviene en que el denominador común es que se trata de espectáculos al aire libre. "El Mueca y Circundado trabajan en exteriores, si bien son eventos enfocados al teatro y circo de calle. Nuestra apuesta -explica- es por la danza contemporánea, que no suele tener la misma difusión que otras artes".

Para ello, abunda, "se nos propone a diversos creadores de danza contemporánea la ocupación de edificios, calles, plazas y parques de Garachico, donde nos fundiremos con el público, el medio natural y arquitectónico. Además, hemos trabajado con diversos artistas del pueblo, en el vivero de creación que posee Garachico, artistas con los que hemos los que ensayado varias piezas que también presentaremos".

Ante un mercado, el de artes escénicas, que se ha reducido notablemente como consecuencia de la crisis, la solución podría ser sacar el teatro y la danza a la calle, ir al encuentro del público con el fin de reconquistarlo. Sin embargo, los coordinadores se muestran escépticos ante esta idea.

"No pienso en términos de mercado, pues el arte es inherente al ser humano -responde Lorenzo-; de una u otra forma, la tenacidad del creador logra que su obra llegue al público. No hay crisis para el arte, la hay para el ser humano, que está siendo sometido a un orden mundial rotundamente injusto y caníbal".

Acercamiento mutuo

Para Torres, volver a la calle "no es la solución", sino, "otra forma más que la danza y otras artes han puesto en práctica" mucho antes de la crisis, y que consiste en "ocupar los espacios del transeúnte".

"Que el arte ocupe los espacios", añade, "que se ponga a nivel de calle, que se acerque el público puede ser otra vía pero no la solución. Los teatros deben seguir siendo lugar de encuentro e intercambio. La gratuidad no es el camino, ya que hay que valorar las cosas en su justa medida para que estas se sostengan. Las artes escénicas se tienen que acercar al público y este a las artes escénicas".

"Hay muchos valoras que están manipulados y colocados en lugares de privilegio -concluye-, como el fútbol o los políticos de carrera. Estos tienen que bajar de valor para que otros sectores suban y vayamos hacia una sociedad más equilibrada y sostenible. La educación y la cultura deben ir de la mano".