La mezzosoprano canaria Nancy Fabiola Herrera debuta mañana en la Deutsche Oper de Berlín con "Carmen", un papel que siente muy suyo y con el que ha logrado cautivar tanto al público como a la crítica internacional.

"Carmen siempre ha sido para mí un personaje como un guante, del que me enamoré desde que empecé a estudiar y que siempre he sentido como una segunda piel", confiesa la cantante tras uno de los ensayos en el teatro berlinés.

Herrera, que el pasado enero celebró su debut en Alemania precisamente con esta obra de Georges Bizet en la Semperoper de Dresde, se enfrenta ahora al público berlinés "con mucha ilusión y con muchas ganas", porque, revela, se trata de una plaza a la que "hacía mucho tiempo" que quería ir.

"Curiosamente muchos de lo personajes que interpreto son mujeres gitanas", precisa la cantante, cuya fascinación por el mundo gitano y por la forma de ser de sus mujeres le sirvieron de inspiración para crear su propio espectáculo, estrenado el pasado abril en Las Palmas de Gran Canaria.

El próximo marzo, este espectáculo, que se sale de "la usanza de la típica gala" al incorporar coro, cuerpo de baile y orquesta, se estrenará en el madrileño Teatro de la Zarzuela, en una versión algo modificada, dirigida por José Carlos Plaza y con el ballet de Cristina Hoyos.

"Se me ocurrió que podía hacer un programa muy bonito donde podía representar a todas estas mujeres, muy diferentes la una de la otra, pero que tienen como lazo común que todas son gitanas españolas, resume al explicar la génesis de su espectáculo.

La gitana es "una mujer muy fuerte, con mucho carácter", que forma parte de "un pueblo donde se mezcla el mundo de la magia, la superstición, el sufrimiento, el no tener una patria, el vivir bajo tus propias leyes", indica, para añadir que en el mundo gitano, con "una alegría intrínseca", la muerte y la vida "van de la mano todo el tiempo".

El "vagar por el mundo" es además un aspecto que quizás, dice la cantante, comparte con las mujeres de su espectáculo, "Gitanas", el hecho de no pertenecer a ningún sitio y tener el mundo por hogar.

Abordar los "diferentes aspectos de la mujer gitana española", retratados en el repertorio sinfónico, la ópera y, por supuesto, la zarzuela, le ha permitido además promover un género que opina merece ser tratado "con mucho respeto" para "darle valor y ponerlo en su sitio".

"El género de la zarzuela es un género maravilloso al que muchas veces se ha mirado como algo menor y que por contra mantiene vivas muchas de las tradiciones que ya han desaparecido en muchos de los pueblos de España, al tiempo que preserva parte de nuestra historia y de nuestras costumbres", afirma.

La agenda de la mezzosoprano incluye conciertos con la Orquesta Sinfónica Brasileira, en Río de Janeiro; "Werther", en Oviedo, con el tenor catalán José Bros; "La vida breve", de Falla, dirigida por Frübeck de Burgos, en Boston, "Il postino", en Chile, con Plácido Domingo, y "La muerte de Cleopatra", con la Sinfónica de Galicia.

"Me considero un animal de escenario, me gusta mucho la actuación, me encanta la interpretación, pero también el concierto, tienes un contacto diferente con el público, mucho más íntimo, de tú a tú", señala.

Precisamente la semana que viene inicia un ciclo, que "le hace mucha ilusión", con la Fundación Victoria de los Ángeles titulado "Lucero nuestro" en homenaje a Alejandro, hijo de la fallecida soprano barcelonesa, con síndrome de Down.

El ciclo, del que es directora artística, consistirá en una serie de recitales benéficos -tanto de la propia Herrera como de artistas invitados- en parte para el cuidado de Alejandro así como para promover el trabajo de la fundación, desde becar a jóvenes cantantes hasta promover la labor y el trabajo de Victoria de los Ángeles.

La cantante confiesa que además de estos proyectos, "siempre quedan cosas pendientes".

"Decididamente hay otros teatros en los que me gustaría muchísimo cantar como puede ser la Scala, de Milán; también alguno en Estados Unidos, como Chicago", afirma Nancy Fabiola, que además tiene pendiente "una serie de roles" como algunos papeles verdianos y una ópera alemana que le "encanta", "El caballero de la rosa".

Herrera, que ha tenido la "inmensa fortuna" de cantar con "grandes artistas y compañeros" como Domingo y Rolando Villazón, indica que hay "cantantes maravillosos" con los que le gustaría coincidir y definitivamente trabajar, entre ellos el tenor Jonas Kaufmann y la soprano y mezzosoprano Violeta Urmana.

"Cuando te juntas con buenos artistas siempre sacas lo mejor de ti, te hacen crecer, más todavía", afirma la cantante, que espera que hasta que decida retirarse conserve siempre "la ilusión de crecer, de hacer nuevas cosas y de abordar nuevos retos".