"Cada vez que llego a Los Rodeos se me pone la piel de gallina. Llevamos más de cuatrocientas funciones, pero el debut en Tenerife me llena de nervios y aumenta mi nivel de responsabilidad. Para mí supone una cita muy especial". Lo dice Naim Thomas (Premiá de Mar, Barcelona, 1980), cantante protagonista de "40, el musical", espectáculo que llega hoy al Auditorio de Tenerife. "Pasé diez años de mi vida en la isla y es mi patria chica, a medias con Barcelona, donde nací", asegura Thomas, lejos ya de su experiencia de hace una década en "Operación triunfo". Este tinerfeño de corazón tiene un deseo: "No me quiero morir sin ver antes el Valle de La Orotava desde el Mirador de Humboldt".

¿Qué le diría al público tinerfeño para que acudiera al musical?

Aspiramos a llegar al millón de espectadores y ocupar el segundo lugar en el ranquin histórico de los musicales tras "Hoy no me puedo levantar". Está a ese nivel y no tiene nada que envidiarle, igual que a "Mamma Mía" o a "Cabaret". Además, le brinda al público lo que pide: entretenimiento masivo. Este es un gran formato y de calidad. Y luego están las sensaciones y las emociones. Es un musical pensado para los que les gusta el género y también para los que no son aficionados, porque se nutre de canciones de la radio.

Más de un centenar de canciones que forman parte de la historia de este país y de la intrahistoria de mucha gente.

Identificamos las canciones con momentos de nuestra vida y el público que viene al teatro recuerda aquel verano de su vida o cualquier otro momento. Pero lo más importante es que se trata de una combinación ideal de tramas muy cercanas y divertidas con canciones que han sido número uno y eso garantiza la calidad.

Usted ha afirmado que a este musical se acude con unas expectativas y se sale con otras.

La gente piensa que es un concierto o un espectáculo arrevistado en el que salen a escena diferentes cantantes, pero no es así. Yo no vengo a cantar como Naim Thomas sino a representar un personaje, igual que mis compañeros. El mío, Joaquín, es muy divertido, y el centro de la historia, el narrador.

Cuando interpreta canciones de Álex Ubago o Mikel Erentxun, ¿se inspira en ellos?

Creo que no sería acertado. Nadie mejor que ellos para cantar sus canciones, yo lo que hago es cantarlas como lo haría mi personaje, Joaquín. Antes de comenzar me planteé cómo lo haría alguien de su perfil y es lo que intento.

¿Cómo ha evolucionado diez años después de tomar parte en la primera edición de "OT"?

He madurado mucho. Mis padres y mis amigos me oyeron cantar por vez primera en la gala inaugural de "Operación triunfo", aunque tenía formación musical. Mi padre es mi mayor crítico, pero está orgulloso de mí porque considera que tengo personalidad y no me he dejado llevar por las modas. A veces más vale ser cabeza de ratón que cola de león para mantener la coherencia contigo mismo. Las canciones que canté en el programa no eran sencillas sino composiciones de George Benson, Al Jarreu o Steve Wonder con las que me siento identificado. Ellos son mis ídolos y esa es la música que me gusta. La aprendí a conocer en estas islas donde hay grupos y talento para exportar. Hay muchas agrupaciones musicales que desarrollan la creatividad y el buen gusto y genios como el pianista Polo Ortí que aquí son grandes desconocidos. En mi caso, tocaba el teclado en una banda, la Majoni Soul Band, con la que recorrí buena parte de la Isla.

¿El debut en Tenerife será, por lo tanto, especial?

Respeto al público de cualquier sitio, pero aquí tendré un plus de responsabilidad y nervios porque pasé diez años maravillosos. Me considero cosmopolita y he vivido en muchos sitios, pero mi corazón está dividido entre esta isla y Barcelona, donde nací. Viví en Santa Cruz y en La Matanza, un lugar que recuerdo con especial cariño. Cuando llego a Los Rodeos siento siempre algo especial y no quiero morirme sin que mi última visión sea el Valle de La Orotava desde el Mirador de Humboldt. A Canarias y a Tenerife no hace falta venderlas porque no las escoges, sino que ellas te escogen a ti.

¿Vale aún el formato de "OT"?

El público es sabio y si ya no funciona, es porque se han cometido muchos errores o se ha desgastado el formato. Me gusta otro tipo de música y si fuera solo un producto de marketing no sonaría a verdad ni sería feliz. Tengo la gran suerte de hacer lo que me gusta y me encuentro en uno de los mejores momentos de mi vida personal y profesional. Nunca me ha obsesionado la popularidad.

¿Tenía experiencia como actor?

Antes de la experiencia de "OT" en 2002 participé en dieciséis películas. Y después he trabajado, por ejemplo, con Peter Greenaway. Pero no fue fácil elaborar el personaje de Joaquín, que es un guiño de Daniel Sánchez a Joaquín Luqui. De hecho, el musical acaba con su famosa frase: "Besos para ellas y abrazos para él".