Lleva más de dos décadas y media cerca de los escenarios y amenaza con morir ejerciendo la profesión de músico. Nacido en Caracas en febrero de 1965, líder de Duncan Dhu durante casi dieciséis años, arquitecto... Mikel Erentxun actúa esta noche en el Búho Club de La Laguna (21:30 horas). "El mejor premio que me ha dado este mundo es que aún exista una persona interesada en mis canciones", señala el cantante donostiarra.

¿Después de más de dos décadas de carrera en solitario se ha desligado de la sombra de Duncan Dhu?

La sombra de Duncan Dhu es muy alargada y siempre estará presente en mi vida, pero mi trayectoria en solitario, donde me falta un disco para igualar lo que hice con ellos, tiene una identidad propia. No me obsesiona desligarme de mi pasado en Duncan Dhu. Al contrario, me siento orgulloso de esa etapa y no renuncio a esos recuerdos.

¿Aquella aventura acabó en el momento adecuado?

Duncan Dhu se separó en el instante adecuado; cuando estábamos arriba. Habíamos publicado "Crepúsculo" (2001) y el éxito todavía estaba fresco. El nombre de Duncan Dhu se ha mitificado porque supo retirarse a tiempo. Otros, en cambio, deciden refundarse una y otra vez hasta que acaban siendo una caricatura de ellos mismos y ya nadie les toma en serio.

¿Dónde está el secreto para permanecer tantos años ligado a la música?

No lo sé, supongo que tiene que ver con el trabajo y las ganas de seguir en activo. Tener 19 discos, dar conciertos y seguir generando ideas es de lo que más me siento orgulloso. El mejor premio que me ha dado este mundo es que aún exista una persona interesada en mis canciones.

¿Ha tenido que resetear su creatividad muchas veces?

Desde el primer disco de Duncan Dhu... Una veces se notó más que otras, pero siempre debes buscar nuevos caminos. En "Detalles del miedo" -el disco grabado en 2010 con Las Malas Influencias- me alejo del rock and roll para convertirme en un cantautor y poeta. Me gustan los artistas que sin estar introduciendo cambios continuos en sus carreras, jamás se muestran conformistas y suelen desprender el carácter camaleónico que tenían los Beatles o David Bowie; los que se reinventan con naturalidad.

¿Experimentar en un terreno tan bacheado como el de los cantautores no es un riesgo?

En España se relaciona a los cantautores con Joan Manuel Serrat o con Pedro Guerra, pero hay otros modelos más próximos al rock and rock como son los casos de Bruce Springsteen, Bob Dylan o Leonard Cohen... El término cantautor está mal visto en España y no existen razones para tanto descrédito. Un cantautor simplemente es el autor que canta sus canciones sin contar con el apoyo de una banda.

Arquitecto y compositor, ¿en qué faceta creativa se encuentra más cómodo?

Tanto para dar forma a un edificio como para generar una canción se necesita tener mucha creatividad y una sensibilidad especial, aunque para mí es más fácil componer un tema que proyectar un edificio. La arquitectura se me antoja algo más complejo porque es un mundo en el que me he ejercitado menos.

¿Cómo vive el ciclo de inestabilidad que envuelve a la industria musical?

Es evidente que no atraviesa por su mejor momento, aunque es conveniente establecer dos puntos de partida. La industria, el negocio de la música, está mal y nadie tiene claro cómo va a evolucionar en los próximos años; en qué formato nos dejarán mostrar nuestras creaciones y cómo pueden convivir músicos y nuevas tecnologías. Respecto a la calidad de los artistas, hay un montón de buenos cantantes que continúan intentando con todas sus fuerzas vender sus canciones.

¿La crisis condiciona la calidad o la falta de ideas?

La música circula por otros canales que están al margen de la crisis. Que haya problemas económicos no significa que la calidad de un autor se pierda, simplemente va a tener más problemas para vender sus letras y puede que termine renunciando a su sueño, pero su buen gusto no está condicionado por un ciclo financiero adverso.

¿Dónde está la clave para revitalizar al sector musical?

Hay muchos problemas sin resolver. Algunos de los cuales de difícil resolución, pero creo que falta apoyo por parte de las emisoras de radio. Comercialmente sólo apuestan por éxitos del pasado o un producto de consumo rápido que les genere muchos beneficios. La red tiene una serie de canales alternativos en los que se puede encontrar una música muy interesante.

¿Y un músico puede vivir sin el respaldo de las radiofórmulas?

Claro que es posible vivir al margen de las grandes emisoras de radio... Vetusta Morla, por ejemplo, demostró que se puede hacer música de calidad sin contar con estos apoyos. Siempre es deseable que te escuchen, pero cuando eso no es posible hay que abrir otras vías. Es más complicado llegar al éxito, pero el grado de independencia es mayor. La industria de la música se ha llenado de condicionantes comerciales que muchas veces no tienen nada que ver con la calidad de un grupo.

¿Para usted internet es un aliado o un enemigo?

Internet ofrece esas dos caras y es absurdo renunciar a su existencia porque la red no es el futuro, sino el presente. Los daños que la red ha ocasionado a la industria musical son espectaculares, pero ya hay que vivir con ellos y paliar todas esas cosas malas con otras medidas que sirvan para promocionar a buenos músicos que no cuentan con el apoyo de las discográficas. Las redes sociales permiten visualizar a los artistas que tienen problemas para darse a conocer.

¿Sigue siendo fiel a sus influencias musicales?

Sí, sigo siendo de los Beatles, de Elvis Presley, de Leonard Cohen... Sonidos muy clásicos que constituyen mi "Biblia" musical. Nací en un periodo dominado por esos ritmos y es normal que estén en mi base como compositor. Mis raíces están en el rock and roll y en los últimos años me he aficionado a estilos como el de Wilco o Bryan Adams.

¿Hasta dónde está dispuesto a estirar su carrera musical?

A los veinte quería retirarme a los treinta; al cumplir los treinta pensé irme a los cuarenta, y en estos instantes quiero morir en los escenarios... Viendo cómo grandes artistas de más de sesenta años siguen ofreciendo conciertos me resisto a irme. Uno de los mayores orgullos de mi vida es poder estar en contacto con el público, grabar discos, ofrecer conciertos, generar ideas, ver que todavía hay periodistas que se interesan por lo que hago... La música es mi vida y me apetece seguir vinculado a ella unos cuantos años más.

¿Tenerife se ha convertido en un territorio que nunca falta en sus giras?

Me siento cómodo en Canarias. El público me trata bien y yo me lo paso bien porque es un destino que me permite estar varios días en las Islas, es un lugar perfecto para una escapada gastronómica y encima normalmente las condiciones climáticas son fantásticas.

concierto

Hoy, 21:30h