La Academia de Hollywood ha apostado por los cómicos de moda en la meca del cine para animar la próxima edición de los Óscar, este domingo, en la que se dejará atrás el ambiente de crisis y conflicto laboral que marcó las últimas ceremonias.

La organización ha buscado dar prioridad este año a un tono desenfadado y simpático de la mano de Steve Martin y Alec Baldwin, dos conocidos actores que han triunfado por su sentido del humor gracias a personajes con cierta ingenuidad y picaresca.

En 2009, ambos formaron un triángulo amoroso con Meryl Streep en la comedia romántica "No es tan fácil" y ahora les tocará compartir el peso de la entrega de premios más esperada y vista del año.

Para Martin, será la tercera ocasión como maestro de ceremonias de los Óscar, después de las ediciones de 2001 y 2003, y es todo un veterano en hacer reír con producciones como "El padre de la novia".

Baldwin, a pesar de forjar su carrera con títulos dramáticos, está viviendo su mejor momento profesional por su trabajo en la serie "30 Rock" donde hace de extravagante jefe de una cadena de televisión, un papel que le ha valido dos Emmy consecutivos como Mejor actor de comedia en EE.UU. en 2008 y 2009.

El mano a mano de estos dos consagrados actores tendrá como complemento las apariciones esporádicas de otros populares rostros cómicos, tal es el caso del alma de "30 Rock" Tina Fey, que en 2008 hizo célebre su parodia de la republicana Sarah Palin, o el también televisivo Steve Carell, protagonista de "The Office".

El irreverente actor británico Sacha Baron Cohen iba a ser otra de las estrellas cómicas que iban a participar en el guión de la gala, pero la Academia confirmó su exclusión cuatro días después de anunciar su aparición por "diferencias creativas", según explicó a la revista Vulture el representante del artista, Matt Labov.

Baron Cohen preparaba un "sketch" en el que, disfrazado de hembra del pueblo Na''vi de la película "Avatar", revelaría su embarazo abriendo su vestido de fiesta y acusando al director del film, James Cameron.

Pero el productor del espectáculo, Bill Mechanic, desaprobó la broma ante los temores y el riesgo de que Cameron, sentado a pocos metros del escenario, se sintiera ofendido y abandonara la ceremonia televisada en directo.

Cohen ya montó un escándalo en la gala de premios MTV el año pasado cuando, mientras sobrevolaba la platea del anfiteatro Gibson de Los Ángeles, terminó con su trasero frente a la cara del rapero Eminem, quien abandonó el lugar visiblemente enfadado.

Aquel suceso, que posteriormente MTV reconoció que estaba preparado, generó muchos comentarios y críticas, si bien las imágenes recorrieron el mundo.

Ben Stiller y Jason Bateman completarán el reparto de cómicos llamados a rebajar la tensión de los nominados con sus bromas.

Bateman debutará como presentador en los Óscar, no así Stiller que en 2009 fue el responsable de uno de los instantes más hilarantes de la ceremonia con su imitación de un desaliñado y barbudo Joaquin Phoenix, actor de "Gladiator" que poco antes había anunciado su intención de abandonar el cine para dedicarse al rap.

Los productores de la gala optan así por volver al humor más puro de Hollywood, tan característico de otras ceremonias en el pasado, y que durante los últimos años estuvo en un segundo plano.

En 2009, Hugh Jackman se encargó de poner ritmo a un evento muy inspirado en los musicales de Broadway mientras que en 2008, vísperas de las elecciones presidenciales que ganó Barack Obama, la Academia depositó su confianza por segunda vez en el presentador de televisión Jon Stewart y sus sarcasmos.

Ninguna de las dos fórmulas convenció lo suficiente y la audiencia se situó en mínimos históricos, si bien aquellas galas estuvieron afectadas por la huelga de guionistas, en 2008, y el impacto social de la crisis económica, en 2009, que politizaron y restaron ostentación al evento.

La organización busca en 2010 el selló cómico que caracterizó la ceremonia durante numerosas ediciones en su historia, de la mano de artistas como Bob Hope, quien presentó la gala 18 veces, o los talentosos Danny Kaye, Jack Benny, Jerry Lewis, Jack Lemmon, Carol Burnett, Richard Pryor y Chevy Chase.

Más recientemente, la Academia se encontró a gusto con la sorna de Billy Cristal y Whoopi Goldberg.

La fórmula Baldwin-Martin ha sido criticada ya por quienes aseguran que nuevamente la Academia se ha olvidado del público más joven, que se tendrá que conformar con las apariciones puntuales de las estrellas Disney Miley Cyrus y Zack Efron, y los "Crepúsculo" Taylor Lautner y Kristen Stewart.