QUIÉN DIRÍA que tras una de las mejores brujas de "Hansel y Grethel" se esconde la que fue una de las mujeres más hermosas y deseadas de la escena musical contemporánea. Y, sin embargo, es una paradoja que se explica desde la versatilidad camaleónica que siempre poseyó la soprano alemana Anja Silja, insuperable en algunos papeles wagnerianos pero también como fémina desdichada en los ásperos dramas de Berg y Janacek.

Nacida en 1940, debutó en el Titania Palast tras recibir clases de su abuelo. Con tan sólo quince años ofrece su primer recital de canciones y con dieciséis llega al teatro estatal de Braunschweig, donde interpreta a Rosina en "El barbero de Sevilla". A estos papeles le siguen otros como Micaela en "Carmen", de Bizet, y Zerbinetta, de "Ariadna en Naxos", de Strauss. Tras su paso por Stuttgart y Francfurt, Karl Böhm la dirige en 1959 en Viena, donde interpreta a la Reina de la Noche de "La flauta mágica". El esforzado paso de soprano coloratura a soprano dramática la conducen a Bayreuth, donde firma una espectacular Senta en "El holandés errante". No sólo el público: también cae bajo su hechizo el influyente nieto de Wagner, Wieland.

La que erróneamente había sido calificada como "nueva Maria Callas", inicia así una personal ascensión hacia las cotas dramáticas marcadas por el maestro de Leipzig. Son los años de oro de una cantante que, tras la muerte de Wieland Wagner en 1966, abandonaría Bayreuth dejando tras de sí una estela memorable en personajes de "Tannhäuser", "Lohengrin", "La Valquiria", "Sigfrido", "El oro del Rin", "Los maestros cantores de Nüremberg" y "Tristán e Isolda". Por su voz pasarán en los próximos años las heroínas más atormentadas, desde "Medea" a "Lady Macbeth", de Shostakovich, pasando por Tosca, Leonora, Violeta y Tatiana. Salomé y Turandot le conducirán hacia otros de sus grandes hitos, la "Lulú", de Alban Berg, con la que sentaría cátedra en los años 60.

Los difíciles retos a que fue sometida su voz hicieron que la estrella vocal de Anja Silja declinase prematuramente; pero la berlinesa supo adecuar su capacidad y registro a un repertorio cada vez más moderno. Los amantes del checo Leos Janacek dan fe de su genio en papeles complejos como la Kostelnicka de "Jenufa" y la Emilia de "El caso Makropulos" de Leos Janacek. Con casi setenta años hizo otra magistral encarnación: la bruja de "Hansel y Grethel", de Humperdinck.

Anja Silja ha estado unida a dos famosos directores, el francés André Cluytens y el alemán Christoph von Dohnányi, que actuó hace dos temporadas en el Festival de Música de Canarias.