EN EL QUE FUE convento dominico de Sto. Domingo, del Puerto de la Cruz, ha florecido un verano de todos los colores como es esta exposición antológica de Ángeles Violán, cuarenta y cinco cuadros naif, es como algo así del poema de la "H" que le dedicó Fernando Senante a Carmen Cólogan y Carlos Gaviño de Franchy un creativo poeta: "En ti halla la nada / el silencio capaz de la ternura... / ...los tiernos que estamos en el mundo / jamás permitiremos que te maten". En esta bella exposición nos quedamos frente a estos colores vitales donde vamos buscando "¡qué despejada frente! / Las cejas rubio horizonte / que separa el mar del cielo, / transparentes y cercanas / las aguas del mar del rostro / sobre el coral, los dos peces". Esto lo escribió un poeta, Manuel Altolagirre, y me lo prestó porque me apetecía para poner tanto color en un marco, pero José Luis Hidalgo, otro poeta, dice: "Cantemos a las flores / que hay sobre la hierba / que el sol nos ha teñido / toda la primavera".

Se va de un cuadro a otro y en la niña de los ojos se llena, al que los contempla, la poesía de otro poeta, Rafael Alberti: "Don Diego / que al sol estás ciego! / don-din-don / que no tenéis don"; y Juan Ramón Jiménez escribe: "Novia del campo, amapola, que estás abierta en el trigo / amapolita, amapolas, / ¿te quieres casar conmigo?". Es tanta la alegría que cualquier cuadro de Ángeles Violán desprende, que el visitante de este patio entra en regocijo: "Colorada es la manzana / del lado que le da el sol, / del lado que no le da / blanco tiene la color. / ... / ... toma niña esta manzana / que la cogí de mi huerta. / No la partas con cuchillo / que va mi corazón dentro".

Don Miguel de Unamuno no puede olvidar y observar al grillo "con su cri-cri-cri, aserrín / aserrán / todo el camplo se le echa de pillín / por San Juan". En la pintura naif Federico García Lorca nos hace pensar que "el sol, capitán redondo, lleva un chaleco de raso".

Por último, ya hemos mirado los cuarenta y cinco cuadros naif, esta fiesta termina y volvemos para remirarla. Don Antonio Machado nos acompaña: "Entre el vivir y el soñar / hay una tercera cosa. / Adivínala".