Uno de los lemas de campaña del presidente norteamericano, Donald Trump, fue America First. Trump quería colocar los intereses de su país por encima de cualquier otro planteamiento. Aquí, esa retórica no se utilizaba (hasta que se desató una competición entre las tres derechas para ver quién representaba mejor la idea de España), pero sí hay una práctica, compartida no solo por la derecha, sino también por el PSOE, que se traduce en Madrid primero. Sí, han leído bien, Madrid y no España.

Echemos una ojeada a una selección de datos. Hace unos días, el Ministerio de Economía reveló que Madrid había recibido cerca de 40.000 millones en inversión extranjera, un 125% más que en 2017, mientras en Cataluña caía en un 12%. Por el procés, dijeron algunos, pero es que el descenso fue de un 18% en la Comunidad Valenciana o de un 63% en el País Vasco y, que se sepa, estas zonas no se quieren independizar de nadie.

Más. De manera recurrente, los medios publican informaciones sobre la despoblación de la España interior, agravada desde la crisis de 2008 y que tiene ejemplos paradigmáticos en sitios como Zamora, Teruel o Asturias, donde al envejecimiento se añade la huida de talento al extranjero, ciertas zonas del Mediterráneo? y Madrid, única área sin mar que crece, con crisis o sin ella.

Volvamos a las inversiones. La red de AVE (deficitaria en conjunto) está diseñada de manera radial, para facilitar la llegada de la periferia a Madrid. Por su parte, la zona que concentra el 40% de las exportaciones (Cataluña, Valencia y Murcia) reclama un Corredor Mediterráneo que facilite el transporte de mercancías? y no llega, mientras el Gobierno busca que el Corredor Central capte fondos europeos y esté terminado en 2031. Pero de esto se habla poco. Quizá porque va bien que los lazos amarillos tapen el bosque.