Desde que el 1 de junio prosperó la moción de censura, desde el PP no han cesado los ataques al PSOE, los insultos al presidente del Gobierno y, lo más grave, el bloqueo de las instituciones perjudicando a la ciudadanía por el simple hecho de buscar un rédito electoral. El PP repite aquel "que caiga España, que ya la levantaremos" del que fuera posteriormente ministro del Gobierno de Rajoy, Cristóbal Montoro, o del "cuanto peor mejor" del presidente Rajoy.

Por cierto, una moción de censura que es constitucional y que el PSOE presentó por responsabilidad con nuestro país dada la situación insostenible en la que estaba el Gobierno del PP desde que se conoce la sentencia del juicio central del ''caso Gürtel'' por la que se condena también al PP por lucrarse de dicha trama de corrupción.

El Partido Popular y Ciudadanos, después de acusar día sí y día también al presidente Sánchez de tener pactos ocultos con los independentistas, se quitaron la máscara y votaron junto a los independentistas ''NO'' a los presupuestos generales del Estado más sociales. Serán ellos quienes tendrán que explicar qué pactos tenían a los millones de ciudadanos que ya no verán las medidas que incluían los presupuestos.

El Gobierno del PP empujó a millones de españoles a la pobreza, la desigualdad, la exclusión, condenaron a pensionistas, desempleados, estudiantes y convirtieron este país en uno de los más desiguales de la Unión Europea, y no lo digo yo sino los datos de Eurostat.

En la oposición, el PP ha seguido condenando a los más necesitados, aliándose junto con Ciudadanos y los independentistas para tirar por la borda la esperanza de millones de personas que esperaban la derogación de los copagos farmacéuticos, más becas, planes de vivienda a precios asequibles, ayudas para la lucha contra la pobreza, partidas a la dependencia, en definitiva, millones de personas que tenían sus esperanzas en los presupuestos del Gobierno socialista.

Este país necesita cordura, necesita representantes con sentido de Estado, necesita apagar la crispación y la confrontación entre territorios. Este país debe afrontar cuestiones trascendentes para millones de personas, entre ellas la sostenibilidad y suficiencia del sistema de pensiones, porque dentro de 4 años el número de pensionistas crecerá exponencialmente y ahora mismo el déficit que dejó el Gobierno del PP es de 19.000 millones de euros en la Seguridad Social.

He visto con asombro la irresponsabilidad del PP, un partido que ha tenido responsabilidad de gobierno no puede seguir siendo tan irresponsable ante los desafíos a los que nos enfrentamos.

Y ahora también puedo decir que he visto con miedo lo que puede pasar a partir del 28 de abril. Vox se acaba de estrenar en el Senado y su primera acción ha sido bloquear la declaración institucional promovida por el PSOE contra la LGTBIfobia en el deporte.

En la España del PP, CS y Vox parece que no cabemos todos y todas.

El PSOE ha demostrado en apenas 8 meses que se pueden revertir los recortes del PP, que somos valientes asumiendo reformas fiscales para que paguen más los que más ganan, las grandes empresas o los que tengan rentas muy altas, para así poder mantener una educación, sanidad y pensiones públicas.

El 28 de abril los canarios y canarias también nos jugamos mucho, también en el Senado, donde el PP ha demostrado que no tiene escrúpulos de usar su mayoría absoluta como lo ha hecho ahora para que no llegaran los 6.000 millones a la sanidad, la educación o la dependencia.

¿Vamos a volver a la España en blanco y negro de la mano de quienes sueñan con arrebatarnos los derechos y destruir el estado del bienestar?

Todo dependerá de la participación de la ciudadanía el próximo día 28 de abril.

*Senadora del PSOE por Tenerife