El Gobierno de Pedro Sánchez da la espalda a Canarias y menosprecia a todos los canarios cuando, incomprensiblemente, no recibió en su estancia en Lanzarote al presidente del Gobierno autonómico, Fernando Clavijo, que en el ejercicio de sus funciones competenciales está defendiendo los intereses generales de las Islas. Los recursos económicos y financieros a los que Canarias tiene derecho no pueden estar escatimándose, ni reduciéndose por caprichos personales, estrategias partidistas o desvíos a otras comunidades autónomas, porque no son ninguna petición pedigüeña, sino lo que nos corresponde dentro de la solidaridad y equilibrio territorial del Estado. No se entiende la desvalorización continua de lo canario desde la Administración central, que desoye y hace oídos sordos a cualquier petición que vaya desde el Archipiélago.

Al Gobierno de Canarias le compete la planificación de la política económica de la Comunidad Autónoma y su coordinación con las políticas insulares, teniendo en cuenta las necesidades de cada isla y el interés general. Por lo tanto, es necesario que se insista, sin retroceder lo más mínimo, ante el Gobierno de Pedro Sánchez, para que no se pierda ni un euro de lo pactado y lo comprometido en los presupuestos generales del Estado de 2018. Es imprescindible la coordinación de acción entre todos los agentes sociales y económicos, para que, en unidad de criterio, persistir en la demanda de que llegue a Canarias el dinero que corresponde. Se trata de sumar, con el fin de conseguir los objetivos legítimos que en justicia tiene derecho Canarias, para después multiplicar en acciones concretas, que permitan revitalizar nuestra economía y crear empleo.

Necesitamos emprender obras en carreteras, aeropuertos, puertos, hidráulicas, de equipamiento comunitario, de infraestructuras educativas, deportivas, sociales y para que se comiencen es imprescindible contar con las partidas financieras que aseguren su ejecución. El desconocimiento absoluto, por parte de la Administración central de nuestra peculiar realidad económica, social y física, archipelágica en medio del Atlántico y alejada de la Península, propicia que no se mire al sur extrapeninsular e isleño, con el mismo cariño y atención que al territorio continental, el cual recibe todo tipo de prebendas en financiación y ejecución de obras en infraestructuras de todo tipo. Nuestro territorio fragmentado e insular exige una dotación específica, ininterrumpida y ágil, para que cada isla cuente con aquellos equipamientos necesarios que sirvan para vertebrar el territorio, cohesionar la sociedad y mantener una actividad económica estable de desarrollo sostenible, que permita una convivencia con mayor calidad de vida y un mejor bienestar ciudadano.

No se trata de buscar enfrentamientos estériles, que sólo sirven para agriar las relaciones personales, las institucionales y las de posibles líneas de cooperación. Hay que gastarse en buscar acuerdos, diálogo y consenso, para reconducir las relaciones entre el Gobierno de Canarias y el Gobierno de España, que permitan una fluidez en el conocimiento mutuo y en el acercamiento de intereses, para beneficio del conjunto de la sociedad canaria. Hay que ser deschavetado, para no darse cuenta del papel especial y geoestratégico de Canarias y lo que implica que cuente con todo tipo de infraestructuras que una sociedad moderna y occidental requiere. A Pedro Sánchez las Islas le quedan muy lejos, hay que ponerle un avión.

*Presidente de Fepeco