Al compromiso, constatable, del Ayuntamiento de Santa Cruz por la conservación y rehabilitación del patrimonio histórico se añade esta semana un nuevo órgano de carácter consultivo que reforzará las políticas municipales en este ámbito.

Este último viernes presidí la constitución del Consejo Municipal de Patrimonio Histórico, un nuevo cauce abierto al diálogo y cooperación interadministrativa para la preservación de nuestras riquezas patrimoniales.

Quiero recordar, no obstante, que el ayuntamiento desarrolla en la actualidad el mayor esfuerzo económico que ha hecho nunca por la rehabilitación del patrimonio histórico de carácter público. Somos la administración que más recursos invierte en este capítulo en la ciudad, aun cuando otras instituciones -con mayores presupuestos- también tienen la obligación de contribuir a esos mismos fines.

De manera esquemática, estamos desarrollando actuaciones de rehabilitación por un importe de 25 millones de euros, obras que, en su mayor parte, verán la luz en los próximos tres años, pero que ya están iniciadas desde el punto de vista administrativo y se encuentran en diversas fases.

A la reforma de la plaza de Los Patos -ya terminada- se suman otros proyectos igualmente destacables. Por citar algunos, la rehabilitación del Palacio de Carta, del Templo Masónico, de la antigua Escuela de Comercio, del edificio de la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios, de las casas Mascareño y Siliuto o el parque Viera y Clavijo.

En los últimos años hemos puesto negro sobre blanco sobre las necesidades de actuación en el municipio y el resultado de todo ello ha sido la tramitación de numerosos expedientes, que tienen por objeto, en última instancia, proteger nuestro pasado para legarlo en las mejores condiciones a las nuevas generaciones.

En paralelo a este intenso despliegue de recursos, el nuevo Consejo Municipal de Patrimonio se convertirá en un lugar de encuentro de los técnicos, expertos y entidades para arrojar luz sobre la mejor preservación de nuestros bienes y su máxima divulgación ente la ciudadanía.

Uno de los aspectos abordados durante esa reunión constituyente tuvo que ver con los diferentes planteamientos de carácter técnico surgidos en los últimos meses entre el ayuntamiento y el Cabildo para la protección, en este caso, de bienes de titularidad privada.

E independientemente de la revisión del catálogo de edificios protegidos, quedó meridianamente clara la absoluta necesidad de incrementar el diálogo y el intercambio de información entre el personal de ambas instituciones para avanzar en esa línea.

Información que es imprescindible para dar una respuesta satisfactoria e individualizada a cada uno de los casos en cuestión, de modo que a los propietarios de los edificios les resulte rentable optar por la vía de la rehabilitación.

No hay otro camino que el diálogo para cumplir los objetivos que ambas administraciones perseguimos y sobre los que, por cierto, hay total coincidencia.

El Ayuntamiento de Santa Cruz se ha significado por el cuidado exquisito de sus bienes patrimoniales y esa seguirá siendo su línea de conducta, al menos mientras yo siga al frente de la corporación.

*Alcalde de Santa Cruz de Tenerife