El mes de noviembre que acaba de finalizar quedará grabado por dos acontecimientos trascendentales para el futuro de Canarias en los próximos 25 o 30 años: la entrada en vigor de la reforma del Estatuto de Autonomía y la modificación del Régimen Económico y Fiscal (REF). Después de muchos años de trabajo, Canarias cuenta con un nuevo Estatuto de segunda generación que refleja nuestra identidad propia como Archipiélago Atlántico en el marco del respeto a la Constitución.

En un momento político convulso, marcado por el debate entre quienes quieren romper la unidad y quienes defienden la recentralización y el retroceso del Estado de las autonomías, Canarias ha logrado un gran consenso para sacar adelante su norma fundamental, que recoge, actualizados y adaptados a los nuevos tiempos, los derechos de los canarios.

Ambos instrumentos los juzgarán las generaciones futuras. Concitar el apoyo unánime de los dos grandes partidos de Estado y sumar al nacionalismo canario es un logro por el que llevábamos mucho tiempo luchando; por eso, desde Coalición Canaria, estamos orgullosos de ser el partido que ha pilotado este proceso.

Canarias ha quedado definida como un Archipiélago Atlántico formado por el conjunto de sus ocho islas y el mar que las rodea. El reconocimiento de nuestras aguas llenaría hoy de orgullo a Victoriano Ríos, que tanto las defendió. También a Adán Martín, el presidente que puso en marcha la reforma del Estatuto con la creación de un comité de expertos en el año 2004; estaría feliz porque se plasma nuestra condición de región ultraperiférica (RUP) y el blindaje del REF, desvinculándolo definitivamente del sistema de financiación autonómica. Ambas garantías para Canarias se refuerzan con la máxima protección, en una ley orgánica dentro del bloque de constitucionalidad.

El REF se consolida como lo que es, el instrumento que sirve a los canarios para compensar nuestras singularidades, la lejanía y la insularidad, y equipararnos al resto de los ciudadanos de España.

Además, el reconocimiento como RUP implica que todas las políticas del Estado estarán moduladas y adaptadas a las singularidades de Canarias. Este reconocimiento ya está consolidado desde hace mucho tiempo en el artículo 349 del Tratado de la Unión Europea y ansiamos que alguna vez pueda cristalizar también en la Constitución española.

Precisamente este mismo mes se cerraba el año de Fernando Clavijo al frente de la Presidencia de las RUP con la celebración en Canarias de la Conferencia de Presidentes, en la que se mostraba la solidez y la unidad de las RUP para defender su posición en un escenario incierto sobre cuál será el nuevo marco financiero plurianual post 2020, y las propuestas legislativas para los próximos años.

Las RUP, en sus años de andadura, han sabido trazar las alianzas para dejar patente la importancia de estos territorios alejados, fragmentados y frágiles que necesitan políticas adaptadas a sus singularidades territoriales y socioeconómicas. El proyecto común de Europa se tambalea por el auge de los populismos, la proliferación de los euroescépticos y el desafío del "brexit". En ese escenario las amenazas sobre las RUP se hacen aún más patentes.

Con su salida, el Reino Unido dejará de aportar fondos a la caja común, lo que lógicamente se traducirá en la reducción del presupuesto de la Unión. El riesgo de que estas regiones, a partir de 2021, puedan sufrir una pérdida importante de fondos europeos por los posibles recortes a políticas tan esenciales para la cohesión del Archipiélago como las agrarias y pesqueras nos obliga a estar muy vigilantes y plantar cara en defensa del sector primario de las Islas.

También hemos de estar muy atentos a los posibles impactos negativos en nuestra economía en otros sectores como el turístico o el comercial, las exportaciones y en general a nuestras relaciones económicas, sociales y culturales con el Reino Unido. Por eso resulta acertado explorar la posibilidad de que, en el marco del acuerdo del "brexit" y en la definición de las futuras relaciones de ese país con Europa, se pueda arbitrar un espacio singular de relaciones entre las RUP y el Reino Unido.

*Diputada del Parlamento de Canarias (CC-PNC)