En tanto que "fingimiento o engaño con apariencia de verdad", es lo que reiteradamente nos viene mostrando el Gobierno de don Pedro Sánchez, y sobre todo él, a todos los ciudadanos que deseamos vivir en el "Estado social y democrático de derecho que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político". Así es como se define España en el artículo 1 del Título preliminar de la Constitución que ratificamos, mediante referéndum, el 6 de diciembre de 1978. En unos días, habrá cumplido cuarenta años.

El 23 de febrero de 1981 padecimos la impostura de un grupo de cabecillas militares y civiles que so pretexto de "salvar a España" pretendieron dar un "Golpe de Estado" asustando al personal en el Congreso con disparos al techo. Desde hace más de un año venimos padeciendo, por la impostura de unos personajes del nacionalismo en Cataluña, un "Golpe de Estado", aparentemente incruento (como aquel), propiciado por quienes tenían conferida la representación del Estado: don Artur Mas, primero; don Carles Puigdemont, segundo; y don Quim Torra después. Todos ellos como presidentes de aquella comunidad.

Impostura la de nuestro presidente del Gobierno por la legitimidad conferida a los apoyos en el Congreso. Con anterioridad al hecho había expuesto con rotundidad su rechazo a apoyos independentistas y populistas. Claro que, una cosa es predicar y otra dar trigo. Una cosa es apenas ser nadie (no era ni es diputado) y otra cosa es ser presidente del Gobierno. Una cosa es vivir en una casa de vecinos y otra cosa es vivir en el palacio de La Moncloa.

Impostura es otorgar carácter de secreto o confidencialidad a los gastos que al erario público supone sus desplazamientos con más o menos parafernalia so pretexto de "seguridad". Ya lo fue su desplazamiento a Castellón para acudir a un concierto en Benicasim. El espectáculo dado el día 21 de noviembre de 2018 con motivo del desplazamiento a la cumbre de España y Portugal en Valladolid habrá de tener un hueco en la Historia. El helicóptero y falcon (para el presidente), el airbus (para la comitiva). La caravana de coches (que sería del aeropuerto al lugar del encuentro y que pudimos ver en televisión) me hizo recordar (siendo niño) las del caudillo a su paso por el puente de Vallecas por la entonces carretera de Valencia.

Impostura la de la vicepresidenta del Gobierno al aseverar que afirmaciones hechas por el presidente del Gobierno, contradictorias con las efectuadas antes de serlo, no han de ser objeto de atención o crítica alguna porque entonces no era presidente de Gobierno. ¡Menuda tropa!