En el antiguo convento de Santo Domingo de La Laguna, expone el pintor Luis García-Ramos su colección individual "Del mar y la tierra".

Luis García-Ramos Estarriol es pediatra. Quizás la tradición familiar influyó en su decisión de estudiar Medicina. Su padre, Julio García-Ramos, también médico, lúcido con 95 años hasta su fallecimiento, le enseñó además a ser feliz disfrutando de la vida. Su abuelo Luis también fue médico. Su madre, Pilar Estarriol, logró mantener la presencia del Hospitalito de Niños en Santa Cruz de Tenerife, histórico y querido centro sanitario que había fundado su abuela Carmen Monteverde y el apreciado médico doctor Diego Guigou, conocido como el médico de los niños. Luis García-Ramos ha elegido una profesión alegre, llena de satisfacción, donde ve crecer hasta los catorce años a sus jóvenes pacientes (en realidad, muchos sobrepasada esa edad siguen acudiendo a él), porque acaban teniendo una relación de profunda amistad.

El pintor Luis García-Ramos, con la actual exposición "Del mar y la tierra", realiza su sexta exposición individual. La primera fue "Bodegones y paisajes", a la que siguieron "Cubismo simbiótico", "Trópico", Jardines olvidados" y "Tropicalísimo", esta última en la Sala de Arte del Real Casino de Tenerife, a finales de 2016. He estado en todas sus exposiciones y en cada una de ellas me han impactado alegremente sus cuadros. Es más, he de decir que cada vez es mejor su pintura y en cada nueva obra supera a la anterior.

Según el doctor Carlos Castro Borrego, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de La Laguna, en "Del mar y la tierra" se aprecia la integración del mar con la tierra que tiene que ver con una categoría artística: la de la felicidad. La del placer de los sentidos. La alegría de vivir tuvo su período glorioso en el Impresionismo francés. La manera de concebir la vida y de concebir el arte, como se aprecia claramente en Matisse.

A mí la obra de García-Ramos me hace recordar los veranos del pintor en el Porís, los charcos, las lisas, las fulas. Es una naturaleza con mucha fuerza en el color, con ganas de expresar lo bonito que tenemos en las Islas Canarias, desplegando alegría y vitalidad. Claridad, bondad, pero también fuerza, mucha fuerza.

Como señala el propio pintor Luis García-Ramos, en "Del mar y la tierra" trata de lograr un contemplación gozosa, un viaje hacia la naturaleza amable, se percibe la naturaleza de Canarias de forma magmática, rabiosamente tropical con saturación lumínica para atravesar sus formas.

Naturaleza, belleza, felicidad, volver a la infancia. Arte en todo su esplendor y belleza.

Mar, tierra, agua, vida. De los montes y las flores de sus primeras exposiciones al mar con peces de todas las formas y colores, siempre bellos y, en algunas ocasiones, distantes. Tierra vital, fuerte, alegre.

La alegría, la felicidad y el arte. Luis García-Ramos en estado puro.