Por azar y con la guía amable de un colega y compañero de oposiciones conocí un pueblecito manchego que, según sus orgullosos habitantes, resumía en sus paisajes y paisanos todos los valores de La Alcarria. Por los ingratos terrones, duramente trabajados, caminaron los hombres del paleolítico ibérico y, luego, sin excepción cuantas culturas se sucedieron en la Castilla manchega.

En la primera visita contemplé restos medievales y alguna huella romana, una iglesia barroca, con retablos salomónicos y sobria imaginería; y una posada con solera y encanto, nombrada como el pueblo -Posada de Villar de Domingo García- donde dormí en una noche de otoño.

Por los notables hallazgos y restauraciones, la localidad -con censo de aldehuela, apenas doscientos vecinos, y rango de municipio- ha protagonizado reportajes escritos y audiovisuales en toda Europa y tiene ilustre y ajustado apodo, "La Pompeya española", porque si bien la napolitana emergió entre la escoria volcánica, ésta lo hace desde las simas del olvido.

Objeto de varias campañas de rescate, la villa romana de Noheda ya enseña estancias y dependencias sin parangón en el área mediterránea, tanto por su ambiciosa traza como por su excepcional estado de conservación. En un viaje rápido y grato, sólo perturbado por la climatología, disfrutamos -otra vez con el mismo guía- de la contemplación de un suntuoso salón de unos setecientos cincuenta metros, sin parangón en el mundo romano, y un patio con columnas, abierto a tres terrazas en niveles sucesivos de dos metros; la última de ellas con dos estanques de gran tamaño.

Estos son los nuevos atractivos de este yacimiento que adquirió fama por la localización del segundo mosaico figurativo más grande conocido hasta ahora en la banda occidental del Imperio Romano -el primero está en Sicilia- y que se puede visitar desde el pasado verano. Recomiendo a los sensibles un viaje y recorrido por la hermosa Cuenca que sirve para contrastar los valores del pionero Museo de Arte Abstracto en las Casas Colgadas con este complejo urbano que está por méritos objetivos entre las glorias y exquisiteces de la Hispania Nostra.