Mientras se abre el debate sobre si la fiscalidad que pagamos es demasiado alta, demasiado baja, es la que podemos permitirnos, o es la que queda si no atajamos algunas ineficiencias que pudieran darse en los gastos públicos, la ZEC es una parte importante del mix inteligente que Canarias ofrece para la atracción de inversiones, para la diversificación de su economía, acelerar la innovación, mejorar la competitividad, impulsar las energías alternativas y la sostenibilidad en general, así como la creación de empleo de calidad.

Para ello ofrecemos la mejor fiscalidad de Europa, con el máximo nivel de acumulación de ayudas, entendiendo la filosofía y metas empresariales, dándoles seguridad jurídica y rigor técnico, tanto a sus directivos como a sus consultores y asesores.

Unos datos corroborados por un informe reciente, en el que se destaca que las empresas ZEC son más grandes que la media regional, más productivas, pagan mejores salarios, incluso por encima de la media nacional, e invierten más.

Como complemento, se confirma que la eficiencia en el empleo de las empresas ZEC triplica a la de otros incentivos que se aplican en Canarias como la Reserva para Inversiones o los fondos europeos recibidos.

Al fin y al cabo, una empresa del siglo XXI se aleja de su competitividad si no gestiona eficientemente su fiscalidad.

La ZEC, además, ofrece facilidades para el soft-landing público-privado, porque elegir bien los socios locales es una garantía de éxito.

A cambio de estas ventajas incomparables, Canarias pide a los inversores, tanto locales como provenientes del exterior, que arrimen el hombro en la cohesión social y el progreso de las Islas, añadiendo valor a nuestra economía, porque estamos empeñados en proteger a nuestras familias más allá de procurarles solamente un empleo.

A Canarias se llega por el turismo y calidad de vida y te quedas atrapado, como un canario más, cuando disfrutas de sus incentivos fiscales.

*Vicepresidente del Consorcio de la Zona Especial Canaria