Aunque en estos momentos lo verdaderamente importante es que el Gobierno presidido por Pedro Sánchez fije ya la fecha y firme, de una vez por todas, el Convenio de Carreteras con Canarias, no puede pasar desapercibida la intención del Ministerio de Fomento de llevar a cabo tal acto en el municipio grancanario de La Aldea de San Nicolás. Puede parecer una anécdota, dentro de todos los avatares que ha sufrido el citado documento, pero teniendo en cuenta que, ahora mismo, la capital del Archipiélago reside en Santa Cruz de Tenerife y que es, precisamente esta isla, la que está sufriendo en mayor medida las consecuencias del retraso en suscribir el acuerdo, lo lógico es que el señor José Luis Ábalos utilice la sede de Presidencia en la capital tinerfeña para estampar su visto bueno. Como lo primordial es que el convenio se firme, no es cuestión de que el Ejecutivo canario, bien por boca de su presidente o por la de su vicepresidente, ponga pegas, pero sí vendría bien que desde las instituciones tinerfeñas y las distintas organizaciones políticas, empresariales y sociales se haga constar que el lugar elegido por Fomento no es el adecuado. Y en este punto sería muy conveniente conocer qué opina el PSOE de esta isla, pues no cabe duda de que la propuesta de llevar a cabo la firma del Convenio de Carreteras en La Aldea de San Nicolás ha partido de esta formación a nivel regional, cuyo secretario general ocupa también la Vicepresidencia del Cabildo grancanario.

Hay todavía tinerfeños a los que les cuesta ver que en Gran Canaria están a la que salta por si en un determinado momento se favorece más a otras islas y, en particular, a Tenerife. La obsesión es tal que incluso llegan a hacer el ridículo. Esta semana, por ejemplo, el diputado del PP José Tomás Estaella, grancanario, se quejó en el Parlamento de que la empresa pública Proexca, en su campaña de promoción de la Zona Especial Canaria (ZEC), orienta a los inversores a que instalen sus empresas en Tenerife en detrimento de Gran Canaria. La realidad -expuesta por el consejero de Economía, Pedro Ortega- es que hasta 2017 las empresas ZEC han invertido 308 millones en Gran Canaria, con 2.600 empleos creados, y 258 millones en Tenerife -cincuenta menos-, con 2.559 empleos. ¿Qué hay detrás de esta maniobra? El descontento de algunos partidos y sectores empresariales grancanarios por el nombramiento del tinerfeño Antonio Oliveira como nuevo presidente de la ZEC. Lo quieren todo y hay que hacerles entender que así no se construye Canarias.

La política es una actividad que tiene como fin buscar el interés general y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Nada parecido a lo ocurrido durante este mandado en La Laguna, donde ha primado más el espectáculo y el interés partidista que la resolución de los problemas de los vecinos. Una situación agravada en las últimas semanas por culpa de lo líos internos del PSOE, que ha preferido anteponer unos supuestos beneficios electorales a la estabilidad del gobierno local, del que formaba parte hasta hace unos días. Todo un espectáculo cuando lo que se precisa es tranquilidad y centrarse en sacar adelante la ciudad. Vaya cartel para presentarse a los próximos comicios.