Que el mundo sea cada vez más uno, que las tradiciones, los usos y costumbres se expandan de un lugar a otro del planeta se llama globalización. Y muchos ven en esto la catarsis de las tradiciones, un error sin parangón que nada tiene que ver con la realidad. Soy cristiano, pero ni Jesucristo era de La Verdellada ni los Reyes Magos de Añaza. Lo que intento trasladar es que lo global y lo local deben vivir conjuntamente sin tener que competir de la estúpida manera que ocurre con Halloween. La tarde y la noche de marras las principales ciudades, Santa Cruz y La Laguna, estaban perfectamente ambientadas para que esta fiesta familiar se desarrollase con toda la tranquilidad y diversión deseables. Y se logró. No entiendo el parón que desde puntuales sitios se le viene a hacer a un asunto que es meramente comercial.

Creo que la Iglesia Católica se equivoca cuando se enfrenta a Papá Noel o a Halloween, porque esto no va de ideologías ni de guerras santas, va de diversión y de diversificar la economía de los pequeños y medianos comercios que tanto necesitan empujes de este calado. En una época de crisis y de lucha por lograr llevar a casa lo necesario después de un duro día de trabajo, cuando la población opta ya por "vivir" en los centros comerciales, debiéramos ser más indulgentes con fiestas que vienen desde lejos y que se celebran en todo el mundo occidental con un solo marchamo universal para los niños: la alegría.

@JC_Alberto