Después de superar una compleja carrera de obstáculos y debates sin cuento, al fin llegó la luz. Las recientes declaraciones del titular de la Consejería de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Canarias y del presidente del Cabildo de Tenerife ponen fecha y punto final a una ambiciosa realización que se presentó con signos estelares a finales del siglo pasado y se cubrió con denunciados retrasos, sobrecostes y polémicas sin cuento en todas sus fases.

El proyecto original se presentó en 1997 y consistió en una autopista de cuatro carriles -dos en cada sentido- para cubrir una extensión aproximada de cuarenta y dos kilómetros entre los municipios de Icod de los Vinos y la Villa de Adeje.

El presupuesto inicial de doscientos veinticinco millones de euros se duplicó en la primavera de 2005 cuando, después de tediosos trámites, fue aprobado con carácter definitivo por la otrora poderosa y temible Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias.

(Ha llovido tanto desde entonces que la propia Cotmac vio radicalmente recortadas sus amplias funciones por la vigente Ley del Suelo, aprobada en junio de 2017, que despeja en parte la maraña administrativa, limita sus cometidos a la información preceptiva y confiere a los cabildos y ayuntamientos las facultades de aprobar sus planes de ordenación y urbanismo, sin el filtro previo de un organismo agriamente contestado por las corporaciones locales).

Volvamos a lo mollar, que se recoge en las palabras del vicepresidente Rodríguez Valido, responsable del departamento de infraestructuras, que confirmó la recepción del proyecto actualizado del tramo de once kilómetros entre los términos de El Tanque y Santiago del Teide, realizado en un tiempo récord de cuatro meses y evaluado en trescientos cincuenta y cuatro millones de euros. Y en la satisfacción del presidente del Cabildo tinerfeño que elogia la disposición del Ejecutivo autonómico y confía, como el consejero, que la licitación se efectúe antes de que finalice el año, dada su importancia estratégica en las comunicaciones entre el sur y el oeste y su influencia en la deteriorada economía de esta comarca.