Las vacaciones son estupendas para muchas cosas. Pero si para algo son infalibles es para constatar el nivel de respeto de nuestros hijos, de nuestros vecinos ocasionales y, aunque un poco más complicado, también del nuestro. La viga en el ojo propio, aunque sea viga, nos cuesta bastante más distinguirla. A nivel institucional yo diría que en este tema vamos mal. Muy mal. Nuestros políticos -hablo en general- no terminan de enterarse de que han de cambiar. Que hacer política es otra cosa. Que solo puede haber unos intereses que justifiquen sus esfuerzos. Y esos intereses son los generales. Los de todos. No los de mi partido. No los de mi familia. Tampoco los míos.

Ha bastado que la ministra actual de Educación dejase caer la posible reposición de la peli "Educación para la Ciudadanía", de nuevo en las pantallas de las escuelas, para que el gallinero se alborotase. Pero todos. Los ahora oposición, porque para eso están hoy, para oponerse a cuanto se menee. Los distintos foros y asociaciones, tirando cada cual por lo suyo y exigiendo lo que haya que exigir. Las familias, pidiendo según les conviene por su ideología o intereses. Y la mayoría pasando del tema, pues la des-educación en España afecta ya a varias generaciones. Y los maestros, viéndolas venir y quejándose por los continuos cambios, y que a ver cuándo eso lo dejan en manos de los profesionales, que son los que saben o deberían saber?

Y es que la educación en este país es la ineducación más avanzada. Los des-gobiernos las cambian al acceder al poder porque solo miran educar según sus bases programáticas, ideológicas y de intereses políticos y afines. Esta reedición debería mirar lo que mejoró y rindió la primera en su día, y evaluar los resultados. Muy poco o nada. Los críos salieron tan maleducados como los anteriores. Pero cada partido va a lo suyo. Las organizaciones católicas quieren imponer su religión, y las otras se quejan de agravio comparativo. Naturalmente. Los clasistas piden que se prime lo privado con fondos públicos, los populistas hablan de lo contrario, aunque luego apunten a sus hijos en la otra? Todos miran su sistema, pero nadie mira por la educación, sino por la manipulación. Y los padres, en fin... los padres quieren educar a sus hijos en sus propios valores familiares torcidos, que no sociales, y ni siquiera eso? "Nene, dile al maestro que como vaya yo p''allá, le voy a poner bonito". Y el maestro, con un ojo en que eduquen los padres y el otro en el papeleo que no cesa.

Yo no digo que no se eduque en esos tan cacareados "valores patrios" que, al fin y al cabo, en todos los países cuecen sus habas, aunque dudo un tanto de ello? Pero es que, aquí, en esta cosa que tenemos los españoles, existen diecisiete valores patrios diferentes, distintos y hasta antagónicos, y, a veces, incluso enemigos unos de los otros, y solo enseñan a odiarse entre sí, retorciendo y falseando la historia común de todos? ¿De qué sirve eso? ¿Para qué puñeta sirve esa porquería que nos han vendido?

Llegadas las cosas a los extremos que hemos llegado aquí, donde más que educar lo que se intenta es lavar el cerebro, donde no se educa, sino que solo se dogmatiza, donde no se enseña lo que se debe, por ejemplo, que en una auténtica democracia las leyes liberan y las tradiciones esclavizan, yo no veo más solución que volver a educar en un solo y único valor: el respeto. Retomar aquella Urbanidad básica, elemental, primaria, incolora e insabora, en que se enseñaba a respetar. Hoy no se educa en el respeto, sino en el enfrentamiento. Hoy no se educa en valores cívicos, sino en valores políticos. Hoy se está maleducando en derechos, no educando en obligaciones, etc. En fin, como dicen por aquí, con todo el acierto del mundo, "el respetito es muy bonito". Y si hiciera falta chola, pues chola. Que no traumatiza.

Feliz domingo. Nos vemos en septiembre.

adebernar@yahoo.es