Créanme si les digo que hay momentos en los que ser políticamente correcto me cuesta mucho. Es más, hay momentos en los que me tengo que frotar los ojos y estrujar la cabeza para distinguir la cruda realidad de la malévola ficción.

Sé que lo que llamamos Política Migratoria, ahora es difícil de encauzar en el sistema de fronteras del poder, territorio y pueblo. Pero he aprendido una cosa, y la he querido llamar "Paradoja del Mundo". Estas personas huyen a los países que los explotan en los suyos propios, huyen a los países que son los cooperadores necesarios para destruir sus ciudades... Probablemente esta gente no tendría que huir si los llamados grandes, los que les gusta pertenecer a reuniones que empiezan por G, no tomaran decisiones como el que juega a hundir la flota sentado en una mesa del salón. Y ahora, cuando tocan a la puerta, no sabemos qué hacer con ellos. Total, ¡si sólo son seres humanos! Sí, como el que toma la decisión de encerrarlos en jaulas y separarlos; como el que hace las leyes pensando en los lobbies; como el que vende las armas; como el que cosecha el trigo; como el que cura a los enfermos; como el misionero; como tú; como tu madre; como tu hermano; como tu hija; como yo... Sí, el mundo está lleno de seres humanos que utilizan su raciocinio para hacer cosas diferentes, pero hay muchos que utilizan la razón sólo como conducto de adquisición del poder, otros que fustigados intentan cambiar el mundo como superhéroes, y hay otros en que su razón está tan castigada que sólo les da para huir, y paradójicamente sólo pueden estar a salvo en el privilegiado Grupo G. ¡Qué paradoja!.

Los mecanismos internacionales sólo encuentran esperanza en las personas buenas, porque ya Estados Unidos ha abandonado el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, como si se tratara de "desapuntarte" del partido de pádel de esta tarde. This is the world!

El poder está sostenido en el capital, el capital es papel, el papel sin valor no vale nada... Ergo el dinero es una ficción ( no como el trigo, la cebada, las papas, el agua, el fuego, la tierra...). Por lo tanto, un día, como toda ficción, puede dar un giro, y nosotros o nuestros hijos, los que pidamos refugio. Aunque sólo sea por egoísmo, más nos vale orquestar mecanismos para buscar un mundo más igual, más libre y más justo.

El mundo está lleno de maravillosos seres humanos. Sí, seres humanos.

A propósito del día internacional del refugiado.

* Alcalde de Breña Alta