De los bien o mal llamados animalistas hay asuntos que comparto a pies juntillas y otros con los que no coincido. Pero mi amigo Abel Román me hacía partícipe ayer de que en nuestro país, en un hospital privado, ya se ha creado un protocolo para que las mascotas puedan acceder a estar con sus dueños. A diferencia de otros intentos de leve intensidad, en la Comunidad Valenciana esta vez se estudia toda una estrategia que a buen seguro mejorará las patologías de los enfermos de larga duración. Y son ellos los que han solicitado el poder estar con estos seres que tanto quieren y tanto bien les hacen. Según se sabe, ya cada solicitud será estudiada por el médico y, en principio, los encuentros se realizarán en una zona no sanitaria. Una vez el médico dé el visto bueno entra en juego el Colegio de Veterinarios que será el responsable de acreditar que el animal no tiene ninguna enfermedad que pueda causar algún mal allí por donde transite ni con quien lo haga.

Lo cierto es que por distintas circunstancias de la vida, las mascotas están jugando un papel fundamental en nuestras vidas y fuera de España lo que hoy tratamos ya es un hecho cotidiano. Las investigaciones más recientes demuestran que la presencia de los animales de compañía se asocia a sensaciones de tranquilidad, relajación y optimismo; así como a la reducción del ritmo cardiaco o la presión sanguínea. Y, además, una baza como la interacción es fundamental en determinadas dolencias. Si en Florida o California esto está perfectamente reglado, debemos felicitarnos de que esto empiece a ser una realidad en esta difícil España. Enhorabuena a Ribera Salud, artífices del protocolo.

@JC_Alberto