Convocado por Editorial Sanitaria 2000, con el apoyo de su diario Redacción Médica, el 13 y 14 de abril se reunieron en Córdoba políticos de todos los partidos con representación parlamentaria nacional y autonómica para participar en el IX Encuentro Global de Parlamentari@s de Sanidad, una cita con la pluralidad y los temas de máximo interés de la actualidad sanitaria, con representantes de PP, PSOE, Ciudadanos, Podemos, PNV, Compromís e IU, que han debatido entre sí y compartido puntos de vista y experiencias con representantes de la universidad, colegios profesionales de Médicos, Farmacéuticos y Enfermería, Confederación Estatal de Sindicatos Médicos, asociaciones científicas, diferentes administraciones públicas como el Ministerio de Sanidad y consejerías de Sanidad de gobiernos autonómicos, Congreso, Senado y parlamentos regionales, con un denominador común, evitar la confrontación partidista y aproximar posturas razonables, de tal forma que después de haber asistido anteriormente a dos encuentros, éste me ha resultado más "técnico", menos "politizado", y más "sosegado", con conclusiones aprovechables en la práctica, quizá porque no ha coincidido con elecciones, y el ambiente, salvo alguna tensión en el debate sobre financiación del Sistema Nacional de Salud, resultó discretamente agradable.

Los primeros debates se dedicaron al futuro del Sistema Nacional de Salud, que se enfrenta a importantes retos para mantener intacta, e incluso mejorar, su calidad, ante una desigualdad salarial de los profesionales sanitarios, según qué comunidad autónoma, debido a que las retribuciones son competencia de ellas, produciéndose notables diferencias salariales entre comunidades autónomas, fallando ahí la equidad del Sistema, una razón de peso para alcanzar un pacto por la Sanidad que ayude a eliminar inequidades, como se ha tratado de resolver con el salario de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, más factible al ser competencia única de la Administración Central, mientras depende de cada comunidad el de los sanitarios. Se abordó la necesidad de disponer de la especialidad de Urgencias, y la súper especialización puede ser razonable en una situación puntera, pero hay que recuperar la transversalidad porque se necesita para la gestión diaria de la mayoría de los pacientes.

El déficit de profesionales sanitarios en algunas regiones y la excesiva temporalidad se han intentado resolver con Ofertas Públicas de Empleo extraordinarias, cuando éstas deberían ser ordinarias, y no tardar años en resolverse. Por otro lado, las necesidades de enfermeros son mayores que la de médicos, cuestión a corregir porque cuando aumenta la Enfermería en una región mejora la salud de sus habitantes. La CESM pidió "despolitizar" la Sanidad para que los partidos no adopten una posición distinta según gobiernen o no. Sobre el papel clave de la Salud Pública, la hermana pobre del sistema sanitario, fragmentada por el reparto de sus competencias entre tres ministerios y las comunidades autónomas, ha perdido su imagen de marca a pesar de que es el origen de los sistemas públicos sanitarios, que con responsabilidades notables como la sanidad ambiental y alimentaria, sin embargo dispone de recursos del 1-2% del total sanitario, cuando su función es evitar problemas de salud y mejorar la eficiencia del Sistema, que tiene otros retos como cronicidad, envejecimiento, longevidad, sostenibilidad, complejidad, calidad, seguridad, protección de datos y la investigación.

Otra cuestión es cómo hacer económicamente factible la Sanidad cuando su financiación es uno de los pilares fundamentales para su sostenibilidad, con una crisis que ha dejado el sistema sanitario herido, y sin embargo es necesario atender todas sus necesidades, debiendo recurrirse a la racionalización del gasto farmacéutico. Respecto a la colaboración público-privada en un país como España en el puesto 18 con más gasto sanitario privado de Europa, sí con control de resultados, siempre que sea para llegar donde no puede lo público, siendo Canarias una de las comunidades con más convenios, estando muy cuestionado recientemente su consejero de Sanidad por el volumen de contratos con la empresa privada para la que trabajó antes.

Hay infrarrepresentación de mujeres en cargos de gestión sanitaria aunque sea un hecho la feminización de la profesión sanitaria, lo que no significa que haya igualdad de género, y así, en Enfermería el porcentaje de mujeres es del 85%, pero su representación en cargos de responsabilidad es menor, una desigualdad que solo se soluciona con educación cuando la mujer no se asocie a cuidadora y el hombre a técnico.

*Médico cirujano. Secretario de Sanidad, Salud y Consumo en la Dirección Regional de PSOE Canarias

@JVGBethencourt