"Es el proceso por el que regiones ricas de un país buscan desembarazarse de las regiones pobres, empleando para ello diversos pretextos" (sic. Francois Thual). Y la burguesía catalana está en ello desde hace mucho tiempo. Con un grado de énfasis desde que se constituyó el "Estado de las autonomías" y acentuado, además, por don Jordi Pujol como presidente del Gobierno de aquella comunidad.

En la década que estamos corriendo, los pretextos se han ido exacerbando y expandiéndose gracias a una formación educativa devenida de las transferencias de la Administración del Estado y sin control alguno por parte de la "alta inspección educativa". Así, se han inculcado en la mente de unas generaciones sofismas tendentes a dar valor de certeza a argumentos falsos. Y jóvenes, en estado de aprendizaje y por tanto como esponjas para aceptar lo que se les muestra como cierto, han devenido en separatistas activos y convencidos de los "males" que los españoles les producen. Solo se consideran catalanes, y pretenden no ser afectados por decisiones del Estado. Y para ello bueno es constituirse en república haciendo caso omiso de la Constitución y a toda la legislación devenida de esta.

Y aquí estamos. Con un grave problema no advertido, o propiciado, por la inobservancia de lo que ocurría y seguiría ocurriendo en aquella comunidad. Han sido los gobiernos del Estado, del PSOE y del PP, los que han dado alas, en todo momento, a los nacionalismos de Cataluña y de Euskadi con el fin de asegurarse el poder que requería de la aprobación de los presupuestos generales del Estado (PGE). No puedo dejar de recordar cómo el señor Zapatero prometía al PNV solucionar vía Tribunal Constitucional (TC) la imposibilidad de los proetarras de presentarse a elecciones según sentencia del Tribunal Supremo (TS). Cargarse la sentencia era condición impuesta para aprobarle los PGE al señor Zapatero. Y el TC se la cargó. Y el señor Zapatero consiguió otro ejercicio para seguir menguando a España.

Hoy estamos, con un Gobierno del PP, a expensas del PNV para aprobar los PGE. Y esto aún después de aprobarle al Gobierno vasco un "cuponazo", por aquello de los fueros. Cuponazo otorgado sin un serio estudio cuantificativo de las causas para ello. Y el PNV (tendente a la independencia de Euskadi) tratando de forzar al Estado a eliminar el control que se está haciendo en Cataluña mediante la suave aplicación del artículo 155 de la Constitución. Aplicación forzada por el golpe al Estado dado por el señor Puigdemont y compañía. Personajes que han montado una extensa e intensa campaña difamatoria, repleta de sofismas, contra España. Espero que todos pasen por el banquillo de los acusados para determinar el lugar en que deben estar.