Cuando planificas un territorio debes alejarte de idealismo económico y tratar de converger con la realidad social. O lo que es lo mismo, ajustar las técnicas económicas y políticas para la consecución de lo que las familias necesitan para sostenerse dignamente y colaborar, presupuestariamente, con un estado del bienestar al nivel de sus esperanzas y necesidades.

Esta tarea no es fácil si queremos buscar el nexo de unión entre la sostenibilidad económica y unos presupuestos públicos que estimulen consumo e inversión y, al mismo tiempo, no detraigan más de lo necesario con el esfuerzo fiscal que se necesita de las rentas de trabajo y empresas.

Podríamos definir esta meta como estabilidad económica. Por definición, es aquella situación ausente de grandes variaciones en el nivel de producción, renta, empleo y una inflación controlada cuyo antagónico son las épocas de crisis que, como todos sabemos, disparan los cambios en empleo, producción y valor.

Se trata de minimizar la incertidumbre a que se enfrentan empresas y trabajadores, así como aquellos dependientes del estado del bienestar (pensiones, sanidad, educación, integración y ayudas sociales).

Los objetivos a no perder de vista serían, un bajo nivel de empleo que tienda al pleno empleo, un nivel general de precios que garantice el pago de la deuda pública y que, al mismo tiempo, permita crecer el poder adquisitivo de la renta disponible de empresas y familias, así como garantizar un nivel de inversión suficiente para apuntalar la economía real y tradicional que permita la creación progresiva de nuevos nichos de empresas y empleo a través de la diversificación económica, la lucha contra el fraude y la simplificación administrativa.

Así, Fernando Clavijo, presidente del Gobierno autónomo, volvió a renovar su compromiso con la estabilidad y el crecimiento en el debate sobre el estado de la nacionalidad, a través de un presupuesto equilibrado y una anticipación sensata a los escenarios económicos venideros, independientemente de los actuales indicadores económicos positivos de su gestión, enfocados hacia la recuperación del nivel salarial de los canarios, y apuntalando los servicios básicos necesarios, tanto con recursos propios como del Estado o de la UE, priorizando su agenda para alejarnos de la inseguridad económica de las familias canarias.

*Vicepresidente del Consorcio de la Zona Especial Canaria