"Tratar de política con superficialidad o ligereza". Así lo define el DRAE. También cita como se aplica en América: "Hacer política de intrigas y bajezas"; o lo que es lo mismo: servirse de la política para fines bastardos. A esto ha devenido la acción política en nuestro país desde hace algún tiempo. Actuación de bastantes "políticos" a los que hemos otorgado tal estatus con nuestros votos en las urnas. Votos en todo el espectro ideológico y en todo ámbito geográfico. Y esto hemos de soportarlo todos los días.

Unos hechos recientes de tal actitud por parte de "politiqueros" al uso ha sido lo ocurrido en el barrio madrileño de Lavapiés: concejales de Madrid, me temo que con la aquiescencia de la señora alcaldesa, no se han privado de incitar a sus acólitos "ocupas" en aquella zona para arremeter contra la Policía Local y la Policía Nacional, y contra bienes privados y públicos del lugar. Creo que, con buen criterio, la Policía Municipal ha puesto sendas querellas contra esos irresponsables políticos municipales. Espero que la justicia no lo despache con la consabida "libertad de expresión" a favor de tales politiqueros.

"Libertad de expresión" con que la justicia ha venido despachando algunos asuntos: cierta apología del terrorismo; burla a las víctimas del terrorismo; quema de banderas que simbolizan al Estado español; quema de fotografías del rey Juan Carlos; quema de fotografías del rey Felipe VI; mofa e insulto al sentimiento religioso de una buena parte de la ciudadanía española; etc., etc. Esa "libertad de expresión" no se compadece con la contención de la libertad de expresión que la ciudadanía ofendida ejerce por civismo y educación. Tal parece que la "libertad de expresión" sólo tiene un sentido unívoco que hay que respetar al proceder de macarras, bravucones, pendencieros, camorristas. Y la gente cívica a aguantar; capaz que si contestase en similares términos terminaría en el talego, por lo penal, o con una jugosa sanción administrativa por injurias y calumnias.

Otro hecho muy reciente de politiquería se viene dando en la persecución a la presidenta de la Comunidad de Madrid para sacarla de esa autoridad política. Parece que la oposición no encuentra motivo por razón de gobierno y han de buscarle alguna mácula vía financiación del PP; y si no por unas notas del máster de hace unos años, pese a lo que diga el rector de la correspondiente universidad; y si no pues verán la forma de acusarla de haber traído de Gibraltar, de contrabando, unas medias de cristal, y así sucesivamente? Esto es la politiquería que nos han montado unos partidos, todos, que sólo piensan en el poder con fines que devienen bastardos. Y el deshonorable paseándose por Europa.