El primer asesinato por violencia machista en 2018 ha sido en Canarias. Nuestra sociedad comenzó el año con un nuevo fracaso y con la amargura de sentirnos corresponsables, porque las mujeres seguimos siendo asesinadas incluso habiendo denunciado anteriormente. A todas luces, el sistema no es suficiente ni eficaz, y jamás lo será mientras se siga manteniendo una mentalidad de inferioridad y sumisión de las mujeres. Como, por ejemplo, permitiendo que la Real Academia Española se niegue a eliminar la acepción de "mujer fácil", o se sigan generando resoluciones judiciales que vulneran los derechos de las mujeres y las ponen en riesgo, sin consecuencias para quienes las emiten.

Queda mucho por hacer en política, como dotar económicamente el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, que actualmente no cuenta con partida presupuestaria en los PGE 2018, y así permitir a las distintas administraciones que dispongan de la financiación necesaria y comiencen ya a desarrollar al menos las 26 medidas acordadas para este año. Porque así lo determinó el Gobierno del Estado, rompiendo dicho pacto, usando un tema de Estado como arma arrojadiza en las peleas parlamentarias.

Pero ganar esta batalla también depende de la educación moral de cada persona, pues hasta que no interioricemos el valor de la igualdad frente a la dominación, no dejará de notarse que hemos crecido con el machismo. Y en ese sentido sí considero que 2017 ha sido determinante en la conciencia social, o así lo he visto reflejado en la consecución de denuncias de actrices por acoso sexual, en las movilizaciones contra las violaciones, en la difusión de ilustraciones en redes sociales en contra de los cánones de belleza impuestos, en la gran participación en las manifestaciones contra la violencia de género, en la inundación del feminismo en los medios de comunicación y en la puesta en marcha de una gran campaña de "huelga feminista" para el 8 de marzo de este año, bajo el principio "Si nosotras paramos, se para el mundo".

Sin duda fue el año de la sororidad, de admirarnos, de creernos y de apoyarnos unas a otras, porque, como decían las jóvenes que protestaban por un mal tratamiento judicial de la violación en el juicio de los Sanfermines, "la manada somos nosotras".

Con esa hoja de ruta trabajamos desde la Comisión de Igualdad de Coalición Canaria, con la Convención de Mujeres contra la Violencia de Género, celebrada el pasado mes de noviembre, donde visibilizamos la conciencia y la voluntad que tenemos las mujeres en el partido en favor de mejorar las políticas y recursos para la igualdad y la lucha contra la violencia de género. Pero una vez logrado el empoderamiento de las mujeres, es hora de contribuir a una mayor implicación de los hombres en la lucha. En Canarias han crecido los presupuestos y recursos, y hay profesionales con compromiso trabajando en ello, pero nada será suficiente hasta que no nos podamos declarar territorio.

*Secretaria nacional de Igualdad y Participación Social de Coalición Canaria