El alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga, habló en Madrid, en la Feria de Turismo, en nombre de los cinco grandes municipios turísticos que fueron por libre, pidiendo, básicamente, más dinero y más protagonismo. Los cinco ayuntamientos rechazan el trato que les da el Gobierno de Canarias en los presupuestos regionales "porque nuestro trabajo está bajo el paraguas de Canarias, que es la casa de todos y no es propiedad de nadie". Y podría haber dicho, también, que "no hay tierra como mi tierra ni raza como mi raza". Y que cinco por ocho cuarenta. Y así en incansable sucesión de obviedades hasta que el auditorio se amodorrara.

Literatura aparte, la asociación que han hecho los municipios turísticos consiste más que nada en revolver con un palo la conejera del Gobierno canario. Ponerle a Clavijo el camino lo más difícil posible, que es una de las tareas de los municipios del PSOE y especialmente de Rodríguez Fraga, que no olvida ni perdona la moción de censura que le hicieron los nacionalistas en Granadilla.

Las cosas son como son. Los municipios que más han crecido en población en Canarias son los suyos. Los que más recaudan impuestos por todo tipo de actividades son los suyos. Y los que mueven realmente la pasta en las Islas son precisamente los suyos. En los años setenta, Adeje tenía seis mil habitantes y hoy tiene cincuenta mil. Lo mismo que Arona, que ha pasado de ocho mil a casi ochenta mil. Y a esa eclosión hay que sumarle los ciento cincuenta mil turistas que están cada día en nuestra isla, principalmente en esos municipios, como población flotante pero fija.

Es normal que estos municipios hayan adquirido un mayor protagonismo político. Incluso, si me apuran, es lógico que en el tema de la promoción exterior quieran hacer la guerra por su cuenta, aunque en realidad sean competencia entre sí. Lo que no es normal es que digan que quieren más dinero, porque si existen lugares en donde se han hecho cuantiosas inversiones en grandes infraestructuras -puertos, aeropuertos y autovías- es precisamente en esas zonas donde estas islas tienen su gallina de los huevos de oro.

"Nosotros somos Canarias", dijo Rodríguez Fraga, que se vino arriba con la emoción del momento, como una especie de Rey Sol del turismo de ídem y playa. Igual es un poquito exagerado decir eso. El bolsillo es una parte del pantalón, pero no todo el pantalón. Los cinco municipios sublevados son la caja registradora de las Islas y el lugar donde se desarrolla el principal negocio de éxito del que vivimos todos los que vivimos en Canarias. Pero que no se les suba a la cabeza la efervescencia, no vayan a terminar con complejo de nuevos ricos, como los de Tabarnia, pidiendo la independencia para quitarse de encima a la Canarias pobre.