Teniendo claro que el turismo es el motor económico de las Islas -así volvió a constatarse esta semana en el especial publicado el viernes por EL DÍA-, lo importante es cuidar este sector y no perderse en debates estériles o dejarse llevar por el cortoplacismo. En el amplio despliegue que realizó este periódico de la mano de Promotur y con la colaboración del Ayuntamiento de Santa Cruz, se evidenció que Canarias vive un momento excepcional que debe aprovechar, pero no solo con el fin de sacar rédito económico, que también, sino para mejorar aquellas cuestiones que aún andan renqueantes. Rehabilitación de instalaciones que se han quedado obsoletas, por ejemplo, o acondicionamiento de espacios públicos con el objetivo de que disfruten tanto residentes como visitantes. Capítulo aparte son las infraestructuras, que han de estar adaptadas al número de personas que se alojan en el Archipiélago. Canarias logrará un nuevo récord de turistas al final de este año, alrededor de 16 millones. El mejor registro de su historia. Además, los visitantes dejarán más dinero que el año pasado. A estos datos hay que sumar los que refleja la Encuesta de Población Activa (EPA), en relación a cómo ha evolucionado el mercado laboral en este sector, que, al cierre del tercer trimestre de 2017, ocupaba a más de 253.000 trabajadores. Sin embargo, no está todo hecho ni se pueden tirar voladores. Tal y como aconsejaba el mismo rey el pasado jueves, las Islas deben aprovechar el éxito en este campo para impulsar otras actividades económicas y así mejorar sus indicadores sociales. En definitiva, es labor de todos cuidar el turismo, con el fin de que continúe siendo el motor económico del Archipiélago y, a su vez, tire del resto de los sectores para mejorar las condiciones de vida y el bienestar social de los canarios.

La comisión parlamentaria de Obras Públicas celebrada el viernes no puede pasar desapercibida para los tinerfeños, que están obligados a mantenerse en alerta ante el trabajo que lleva a cabo el titular de esta Consejería. Más que nada, porque ha pasado un año desde que Pablo Rodríguez asumió el cargo y se continúa hablando de proyectos, pero solo eso. Desde las filas de la oposición se le afeó que a estas alturas no puede poner sobre la mesa ni 500 metros de nueva vía en Tenerife, pese a las carencias que presenta la Isla en esta materia. El también vicepresidente sigue divagando entre ampliaciones de carriles, expedientes anulados y proyectos que no acaban de salir. O las autoridades tinerfeñas se ponen las pilas o dentro de doce meses Rodríguez volverá a comparecer en el Parlamento con el mismo argumento. Mientras tanto, los usuarios de la TF-1 y la TF-5 soportando colas y atascos kilométricos. Nada que ver, por cierto, con lo que ocurre en otras islas, en las que incluso las obras finalizan un año antes de lo previsto.

Hay que agradecer al consejero regional de Sanidad la ampliación del Servicio de Urgencias de La Candelaria. Como ya se advirtió en otro Editorial, José Manuel Baltar está llamado a convertirse en el mejor aliado de Tenerife en el Consejo de Gobierno.