Llegamos a quererlo como si fuera nuestro propio abuelete catalán. Cascarrabias, balbuceante y con un parecido extraordinario al Yoda de "La guerra de las galaxias", cuentan que nuestro Jordi anda inmerso en un entramado que puede dejar a la propia mafia como un atajo de aficionados. Ay, Jordi, siempre encogido, retorcidito, con esos ojillos a medio cerrar y ese carraspeo tan tuyo que nos preocupó siempre a todos. Quién nos iba a decir que sencillamente hacías tuyo a John Wayne cuando recomendaba aquello de "habla poco, habla despacio y no digas demasiado". Hoy, cuando tus mariachis cantan de gala su más intenso corrido?, estás ausente. Tú, que fuiste el rey del "statu quo"; tú, que hacías lo que te apetecía por debajo de la mesa; tú, que lo tenías todo controlado; tú, que conocías tanto Andorra que hasta sabías que lo mejor era quedarse en España: tú hoy no estás.

Ay, Jordi, hoy tus más allegados discípulos pisotean las calles del barrio de Gracia como unos toros bravos lo harían por la Estafeta. Pero la otra noche vi llover, vi gente correr y no estabas tú. Y en medio de esta cuchipanda independentista, Artur lo pasa fatal: no le llega la pensión para la fianza que tú y tu afortunadilla familia a buen seguro le podrían brindar. Puchi ha crecido mucho y ya parece el padre de Harry Potter. Pero todos te extrañamos y nos morimos de ganas por que nos cuentes cómo lo haces y, sobre todo, cómo consigues irte de rositas.

@JC_Alberto