Una vez conocida la noticia, y pasado el momento inicial del shock, comenzarás a entrar en un estado de dolor, dolor constante. Te acompaña cada día, cada segundo. A veces podrás contener las lágrimas. Otras no. Dejarás de comer, no podrás dormir. Ver al o a la causante del daño será terrible. Buscarás en su mirada, en sus gestos, en sus manos, algo que te pueda consolar. Pero la verdad es que esa persona en estos momentos se convierte en la espada que atraviesa tu corazón ¿Dónde quedó el amor que sentías? Su frialdad, que a veces cubre la culpa, será patente, y eso es el fin. Así lo sientes.

Los días que avanzan serán claves: uno, porque su vergüenza o su inseguridad ante la situación hacen que se aleje, y el otro ve esa lejanía como prueba de la falta de amor.

En estos momentos querrás saberlo todo: te convertirás en el mejor detective del planeta, buscarás pruebas o datos que no tienes. Lo/a avasallarás a preguntas, porque miles de dudas vienen a tu cabeza. Cuándo, dónde, cómo, cómo es, la vida de la otra persona. Se convierten en un sinsentido constante. Mientras más preguntes, más dudas. Buscarás su perfil en Facebook y lo mirarás miles de veces (se vuelve algo adictivo). Concentrarte o atender tu vida diaria será el esfuerzo más grande del mundo. Los días son largos y oscuros. No puedes pensar con tranquilidad ni frialdad.

Si además te suelta el típico rollo de... ¡¡¡yo te soy leal...!!! Porque la lealtad es más importante que la fidelidad, y te dices ¡manda huevos! ¿Sabes? A mí también me quema la rutina. Tu cuerpo, al igual que para ti el mío, lo tengo más que visto; yo también necesito pasión y sentirme que te vuelvo loca/o...; yo también necesito alguien con quien desahogarme, alguien que me escuche y que tenga ganas de estar conmigo, y sintiendo todo eso..., al igual que tú... busco otras distracciones que no impliquen distanciarnos más; intento estar mejor entre nosotros, aunque reciba neutralidad en mis intenciones; busco y busco cosas que no impliquen romper pactos de confianza, que no impliquen faltarte el respeto ¿La otra persona sabe que tienes pareja...? ¿Dónde me deja eso a mí mientras están juntos física o virtualmente? ¿Esa es tu lealtad? ¿Qué le dices a esa persona sobre mí para poder pasar tiempo con ella? ¿Cómo te sentirías si yo hiciese eso mismo? Si yo pronunciara tus palabras, si yo compartiese mi intimidad, si yo te engañase o mintiese u ocultase para poder pasar tiempo físico u "online" con la otra persona y no contigo, ¿cómo te sentirías? Después te pide que te olvides de eso, que ya pasó y que quiere estar contigo ¿Cómo vuelves a creer? La confianza disminuye y la decepción aumenta por momentos ¿Podrán recuperarse?

Del dolor pasas a la rabia. Es una noria, es una constante y te preguntas: ¿qué hago?

Pues bien, aquí viene el momento crucial.

Si rompéis porque la situación es insoportable y es el punto final de una relación que no tiene futuro, porque no tenía presente desde hace bastante tiempo, entonces? bienvenidos a una nueva vida y a nuevas oportunidades. Sales de algo tóxico, algo que te tenía estancado/a y que no te permitía avanzar. Habías dejado de ser para solo sobrevivir, y llega el momento de tomar las riendas de tu vida y seguir construyendo. Pasarás un tiempo entre tinieblas hasta superar y aceptar que la persona que te acompañaba en tu camino no era la que debía estar a tu lado, principalmente porque ya no os queríais y solo estabais por inercia, o por un compromiso adquirido finalmente roto. Podrías haber sido tú, pero fue el otro quien encontró el camino de la división. No te machaques por ello. Míralo como una nueva oportunidad.

En cambio, si tu pareja y tú decidís seguir juntos y veis la situación como un síntoma de que algo ocurría entre los dos, os hacéis conscientes e intentáis mejorar lo que os alejó, estos son los pasos que debéis seguir:

Al que fue infiel le digo: tu pareja está dolida, no ha pasado tu proceso, está en otro y debes ayudarla. Te necesita, quiere ver que estás por ella, deberás demostrar con más ahínco que la quieres, ten detalles, sé más cercano/a, exprésale tus sentimientos y muestra tu arrepentimiento. Necesita perdonarte y recuperar la confianza que tú, solamente tú, le has arrebatado. Da los pasos para ello. Si has roto con la otra persona, has roto, pero rompe, no dejes puertas abiertas. Si aún tienes dudas, vete. Date un tiempo. No juegues. En la cabeza de tu pareja solo hay imágenes negativas que has puesto tú; se necesitan nuevas positivas y, ¿sabes?, sólo las podrás poner tú. Cada paso tuyo lo observa con mucha cautela, el dolor y la rabia la consumen, no quiere perder tiempo ni energía en algo que no le da seguridad. Quizás no tengas fuerzas para ello, quizás llegaste a eso por un propio malestar y usaste la infidelidad como evitación. Pues piensa: ¿quieres perder a la persona que está a tu lado? Trátate y pelea por lo que sí vale la pena; no te destruyas más. Coge fuerzas y lucha por lo que quieres. Al fin y al cabo, cómo estarías con esa otra persona pasado un tiempo: ¿mejor? Sabes que no.

Al que recibe el daño le digo: el dolor pasará, la rabia también. Quizás necesites ayuda externa: algún ansiolítico o un profesional que te ayude (no dudes en tomarlos si es necesario). Tu pareja te quiere, ha sido débil, te ha defraudado, ha bajado del pedestal donde lo tenías puesto, pero está ahí. Deja de controlar y de observar si ves que está luchándolo. No te fustigues mirando a la otra persona ni comparándote. Tú vales más, aunque ahora te cueste creerlo. La otra persona se ha metido en una relación y eso dice mucho de ella y de sus valores. Ámate, mejora, sube tu autoestima, cuídate, sácate provecho. No hagas lo mismo que ha hecho tu pareja. Que lo haya hecho no te da permiso para hacerlo. Tú no eres así, no va contigo. Siéntete que gustas y que tienes oportunidades si quisieses, aunque sabes que no lo harías, y si lo haces, al principio puede darte un poco de bienestar, pero después te darás cuenta de lo que tu pareja hizo mientras tú estabas en la inopia, y eso te hará más daño. Muéstrale lo mejor de ti. Enamoraos otra vez. La sensación de poder perderos hará que surjan momentos muy especiales, que, si te deja, o decides dejarlo después de un tiempo, que vea lo que se pierde. Vales mucho y quizás ni tú, ni tu pareja lo teníais presente. Mejorad, buscad buenos momentos, amaos, divertíos juntos, haced el amor fuera de esa tediosa rutina a la que habíais llegado, improvisad.

Crisis es oportunidad, y ahora tenéis una buena.

* Psicóloga y terapeuta

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