El periodista del New York Times Seth Stephens-Dadidowitz, educado en la Universidad de Harvard acaba de publicar su libro "Everybody lies", considerado el libro de no ficción más importante del año. En el citado libro estudia pormenorizadamente los macrodatos estadísticos y cómo internet puede decirnos cómo somos realmente. Y, según queda demostrado, engañamos a nuestros amigos, parejas, a los médicos, en las encuestas...

En cuanto a las redes sociales, la más importante de ellas en todo el mundo es Facebook, que no indica cómo verdaderamente somos. Muestra una idea agradable, idílica de nosotros. Muestra casi siempre nuestros aspectos agradables. Pero, en realidad, somos muy diferentes a como queremos que nos vean los demás.

Google, considera Stephens-Dadidowitz sí que puede demostrar cómo somos realmente. Como consecuencia de los ocho años de la Presidencia de Obama parece que ya los norteamericanos no son racistas. O, que son menos racistas. Sin embargo, el rastreo por las páginas web visitadas demuestra que en algunos casos webs dedicadas a llamar tontos a los negros, o despectivamente, "niggers" son más visitadas que algunas páginas de equipos de la NBA. Lo que sí queda medianamente claro es que el racismo en EE.UU. ya no es una cuestión Norte/Sur sino Este/Oeste.

Otra cuestión estudiada en profundidad por Stephens-Dadidowitz es la de si decimos o no la verdad en las encuestas. Así, cuando los norteamericanos son preguntados si van a votar, casi todos dicen que sí; sin embargo, a la hora de la verdad, no suelen acudir a las urnas más del 60%. Pero esta cuestión, sí que está resuelta por los profesionales que se dedican a ello. A veces, las encuestas, no las realizan quienes tienen conocimiento de cómo han de realizarse. Las preguntas "trampa", y las preguntas cruzadas, permiten descartan a los sociólogos, y eliminar, aquellas personas que claramente mienten.

También todos mienten a la hora de preguntarles sobre el sexo; entre los heterosexuales los hombres indican que tienen 63 relaciones al año, mientras que las mujeres señalan que 55. Sin embargo, estudiando el número de estas relaciones que dicen que son seguras -con preservativos- el dinero que dicen las mujeres que se gastan en preservativos, y lo que dicen los hombres que invierten, las cuentas "no cuadran". Las empresas deberían vender 100 millones de profilácticos cuando en realidad sólo venden 55 millones. Por no hablar de deseos sexuales ocultos.

Todos engañamos, y, en definitiva, todos somos más malignos de lo que aparentamos ser.

Por lo que se refiere a si decimos la verdad en las encuestas electorales, también está claro que no. Todos dicen en EE.UU. que van a acudir a las urnas, y al final, sólo va a votar un escaso 60%. Y, por otro lado, sólo hubo un encuestador que acertó que Trump sería el nuevo Presidente. Tenía ochenta años, y elaboró su macroencuesta con métodos de los años sesenta del siglo XX, entre ellas, la encuesta domiciliaria.

En cuanto a cuántas personas finalizan el libro que han comprado o le han regalado, aquí volvemos nuevamente a mentir. Casi nadie termina los libros que tiene en su mesa de noche.

En definitiva, habría que retroceder en el tiempo y estudiar la discusión entre Freud y Popper.

¿Estos datos son extrapolables a Europa, y a España? Probablemente, sí.

Esperemos con confianza que el próximo libro de Seth Stephens Dadidowitz "Everebody (still) Lies, demuestre que, aunque, mintamos, cada vez digamos más la verdad.

* Presidente de TuSantaCruz