La Bajada de la Virgen en El Hierro y la Romería de La Laguna llegan cada cuatro años compartiendo el verano, con la devoción a Nuestrra Señora de los Reyes y la veneración a San Benito Abad. En estas fechas tan memorables trataré de hilvanar unas líneas, las primeras después de mi jubilación, recorriendo un periodo profesional lleno de buenos momentos.

Las satisfacciones que me ha brindado la Isla de El Hierro y sus habitantes ayudaran a que exprese el honor que siento al haber contribuido desde mi responsabilidad como piloto de Binter Canarias al servicio que hemos prestado a los herreños y a todas aquellas personas que utilizan el medio aéreo para desplazarse por nuestro archipielago.Las circunstancias laborales permitieron que el amor a nuestra tierra y la satisfacción de trabajar aquí hayan confluido volando por estas islas, y ha sido especialmente en el aeropuerto de Los Cangrejos y en la isla de El Hierro donde han transcurrido las vivencias mas bonitas de mi vida, al recibir siempre de sus habitantes amistad y afecto, a cambio de haber realizado una vocación convertida en profesión con la entrega y la dedicación que requerían las circunstancias de cada momento.

Desde niño sentía una atracción especial por los aviones, como consecuencia de haber nacido en La Laguna y poder ver desde mi casa las aproximaciones de los Fokker de Iberia y los DC-3 militares al aeropuerto de Los Rodeos. Recuerdo aquel verano de 1972, unos días antes de la romería de San Benito, a la que venían todos los años desde El Hierro doña Valentina y sus bailarines. Estaba ayudando a mi padre a adornar las ventanas de la casa de mis abuelos con productos típicos de la tierra para esa fiesta lagunera, cuando recibí la noticia de haber ingresado como piloto militar.En aquellas fechas estaban concluyendo las obras de la pista de vuelos del aeropuerto de Los Cangrejos.

El destino ha querido que los más de cuarenta años de actividad de este aeropuerto me recuerden que son los mismos que he estado apasionado por la aviacion, desde mi formación como piloto de complemento en el Ejercito del Aire hasta el ingreso en las compañías aéreas comerciales. He tenido la fortuna de utilizar este aeropuerto desde Noviembre de 1990, en mi primer vuelo como piloto al mando en un ATR-72 de Binter Canarias, disfrutando desde entonces de todos y cada uno de los viajes que he podido realizar a la isla, casi siempre tripulando aviones y en algunas ocasiones invitado a pasar unos días de descanso por personas e instituciones que siempre me han ofrecido su cariño y hospitalidad.

El aeropuerto de El Hierro fue para la isla la puerta que se abría hacia los cielos canarios aquel mes de Diciembre de 1972, para en un brinco de apenas media hora de avión llegar a Tenerife, mientras el viaje en barco tardaba casi un día en alcanzar su destino. A partir de esa fecha todas las aeronaves cuyas características técnicas le permitian operar en los 1000 metros que inicialmente tenia la pista comenzaron a utilizar estas instalaciones para todo tipo de vuelos.

En estos últimos años el empeño del pueblo herreño y la labor de sus representates políticos ha hecho realidad una modernización del aeropuerto, con la prolongación de la pista de vuelos y la construcción de un nuevo edificio terminal.El Hierro esta hoy comunicado por vía aérea directamente con Tenerife y Gran Canaria, con horarios que permiten enlazar en la misma jornada Lanzarote, La Palma, Fuerteventura, La Gomera y la Península.

¿Que diría hoy doña Valentina la de Sabinosa si supiera que para ir a la Romería de La Laguna no tendría que salir de su pueblo dos días antes? Ella ha volado mucho más lejos que nosotros y estará allá arriba, al lado de Nuestra Señora de los Reyes cantando el Baile de la Virgen, mientras los que todavía estamos aquí abajo celebraremos si Dios quiere la próxima Bajada escuchando el Baile del Vivo y pidiendo de corazón que a pesar de los avances de los medios de transporte y las modernas infraestructuras que lo sustentan, esta isla y sus habitantes conserven siempre su belleza e identidad.

* Aviador jubilado