Esta es una isla de cínicos. Cuando algunas voces farfullan contra la próxima puesta en marcha de la tele del Cabildo, convendría tener algo de mesura, porque de lo contrario se corre el riesgo de parecer el líder de un circo. Algunos detractores de Carlos Alonso (nunca ningún medio de comunicación) andan aprovechando la ocasión para zurrarle. Y si bien algunas críticas son hasta coherentes, me asombra la del presidente del PP de Tenerife, alcalde de Los Realejos y líder de los conservadores en la institución insular: Manolo Domínguez. A modo de virgen Domínguez despotrica de la tele del Cabildo, pero mantiene en su municipio una radio pública deficitaria cuya única misión es azotar a sus enemigos políticos y contentar a una caterva de estómagos agradecidos. Y mientras tanto, el bueno de Manolo se despacha con alegría en contra de las iniciativas públicas de comunicación, ejerciendo de pregonero de la contradicción política por definición.

Ya podría Domínguez actuar en la misma línea argumental de su partido y cerrar este tipo de cantinas de medio pelo que solo contribuyen al despilfarro de dinero público. Y Radio Realejos es una iniciativa tabernera que solo recuerda a las épocas de un señor feudal. Desde allí se fomenta la competencia desleal y el buen rollito con otras teles, estas sí, totalmente ilegales. Pero hete aquí al buen Manolo, vacilando con la tele de Cabildo y tratándonos a todos como si fuéramos auténticos imbéciles, asunto este que me indigna sobremanera, como pueden ver.

@JC_Alberto