Resulta ya tradicional desde el inicio del mes de abril el florecimiento de actividades artísticas, especialmente las salidas del cálamo de escritores y poetas, que llegan al cénit un día 23, fecha en que se conmemora el fallecimiento de Cervantes y, por correspondencia algo desfasada de calendario, los ingleses celebran también la defunción de Shakespeare.

Pero no es esta consideración harto sabida para los que fuimos bachilleres en humanidades. La reflexión es otra, que atañe a nuestro entorno geográfico y la disolución progresiva de la poesía y sus autores, y más concretamente la de los muñidores de los llamados poemas menores, aparentemente más simples en su composición, aunque más complicados a la hora de contar una historia en el escaso margen de cuatro versos. Por todo ello, y con el permiso de ustedes, me involucro en la copla, que un buen día comencé como divertimento satírico y fui derivando hacia una elaboración más profunda y mejor contenido. Algo que el tiempo me ha ido enseñando, y a veces otorgándome alguna satisfacción en los certámenes que se convocan a lo largo del archipiélago y pese a las actuales carencias existentes.

Ciñéndonos a Tenerife, contamos con el más veterano en honor a San Benito Abad, iniciado en 1952 y cuyo ganador fue el sacerdote Sebastián Padrón Acosta, ya gravemente enfermo y cuya Espiga de Oro fue recogida en su nombre por un joven clérigo. Pese a ser el más antiguo, sólo en una ocasión y por sugerencia del jurado, se otorgó un añadido en metálico para luego retornar a la pauta habitual del otorgamiento de una "espiga" que ha ido perdiendo calidad artística, aunque no simbólica, al cambiar de orfebre. En segundo lugar, por orden de antigüedad, figura el de la Alhóndiga (Tacoronte), creado bajo las directrices de ese genial dúo formado por Antonio Abdo y Pilar Rey; inexplicablemente descabalgados pese a ser sus progenitores, tanto en la modalidad de coplas como en la de romances. Y en tercer lugar permanece el organizado en Tejina dentro del marco de la fiesta de los Corazones, que este pasado año tuvo un grave problema económico, hasta el punto de que hasta la fecha siguen impagados los premios concedidos, amén de otros débitos por colaboraciones en actos festivos. Para bien de sus seguidores y afectados, esperamos que esto se resuelva lo antes posible.

Dejando a un lado estos clásicos certámenes, ha habido otros tantos efímeros, como lo fue el certamen en honor a la Virgen del Socorro, en Güímar, con un único año de existencia; como también lo fue el de San Isidro en La Orotava. A estos hay que añadir la desaparición del Certamen de Seguidillas Víctor Fdez. Gopar de Yaiza (Lanzarote) y el aún vigente de Guanapay en Teguise. Puestos a hacer algunas observaciones, destacaremos algunos casos de desidia en comunicar los premios a los ganadores, que ocasionalmente se enteran por la prensa, o el retraso manifiesto en el abono de los premios, como contrasentido de la rigidez de sus bases establecidas. Podría seguir, pero he agotado mi espacio y tal vez lo haga más adelante.

Concluyo con una sugerencia para nuestro ayuntamiento capitalino de establecer un premio de coplas dentro del marco de nuestras fiestas de Mayo, que podría entregarse e interpretarse durante la elección de la Reina de las fiestas o en alguna otra muestra folclórica ya establecida.

Como guinda de este pastel de inconcreciones tenemos a Barei, nuestra representante española que interpretará su canción en inglés, dejando sin visado para Eurovisión al homenajeado Miguel de Cervantes. Lo dicho, "Spain is different"

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