La Política de Desarrollo Rural se ha reforzado y confirmado como el segundo pilar de la Política Agrícola Común (PAC). Su reforma tiene como objetivo mejorar la competitividad del sector agrícola y de la silvicultura, reforzar los vínculos entre la actividad primaria y el medio ambiente, mejorar la calidad de vida en las zonas rurales, impulsar la cooperación y la innovación y fomentar la diversificación de la economía de las comunidades rurales.

Consecuentemente, se han ido aprobando este año los distintos Planes de Desarrollo Rural (PDR) de las regiones de Europa y, este mes de agosto, la Comisión Europea dio el visto bueno al plan para Canarias que abarcará, como todos, el periodo 2014-2020 y que contará con 185,3 millones de euros. Entre las prioridades específicas para nuestro Archipiélago está el mejorar la competitividad del sector, para lo cual se articulan ayudas para aproximadamente 800 explotaciones y para unos 240 jóvenes agricultores, que dispondrán de apoyos financieros para el comienzo de la actividad. Contempla, además, la formación de 1.100 personas y la preservación del entorno de nuestras islas. Con cargo al programa también se contemplan inversiones destinadas a promover la eficiencia energética por valor de 12 millones de euros y una financiación de 2,5 millones vinculada a las energías renovables. Todo en su conjunto permitirá que cerca de 356.000 canarios se beneficien de las iniciativas de desarrollo rural financiadas por el PDR.

La política agrícola y rural desempeña un papel clave para la cohesión social, económica y territorial de Canarias, así como para la preservación del medio ambiente. Partiendo del concepto de modelo agrícola europeo basado en la multifuncionalidad de la actividad agrícola, se basa en un primer pilar (las medidas de mercado) y un segundo pilar que es la política de desarrollo rural. La aplicación del modelo en Canarias es la vía para garantizar el futuro de nuestras zonas rurales más allá de la mera producción de alimentos, generando nuevas fuentes de ingreso, empleos y preservando la cultura, el medio ambiente y el patrimonio de las Islas.

Por otro lado, se pretende conseguir, en este periodo 2014-2020, el aumento de la producción ecológica, dando un giro verde a la agricultura convencional, de modo que el desarrollo sostenible mejore la calidad de vida y el bienestar de las generaciones presentes y futuras. Para ello, aquellos productores en Canarias que ostenten la certificación comunitaria del CRAE, figura de control y certificación otorgada por el ICCA como autoridad competente, podrán optar a determinadas subvenciones directas de la PAC, conocidas como medidas verdes consistentes básicamente en pagos para las prácticas agrícolas que favorecen al clima y al medio ambiente.

Desde el año 2015, todos los Estados miembros de la UE deben destinar, además, el 30% de sus pagos directos a las prácticas agrícolas sostenibles, en tres medidas básicas que son: el mantenimiento de los pastos permanentes, la diversificación de los cultivos y el mantenimiento de una superficie de interés ecológica entendida esta como terrenos de barbecho, elementos paisajísticos, franjas de protección, zonas forestadas, cultivos intermedios y cultivos fijadores de nitrógeno.

Canarias cuenta lamentablemente cada vez con menos agricultores debido a la dificultad del trabajo, a la importancia de las inversiones para poner en marcha una explotación y a las limitaciones de su rendimiento. Nuestros agricultores están en todo momento expuestos a las fluctuaciones de los mercados y a la volatilidad de los precios. Es por ello que hay que conseguir y fomentar la renovación generacional en el sector agrícola, ofrecer incentivos para modernizar la agricultura, ayudar a la mejora de las explotaciones y a la transformación y venta de los productos y mejorar la calidad de los alimentos a través de métodos de explotación sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.

Los agricultores canarios desempeñan un papel fundamental en la economía y la sociedad de nuestras islas, suministrándonos alimentos seguros y saludables a precios asequibles. Debemos pues, entre todos, ayudarles a proteger el medio ambiente y a revitalizar nuestras áreas rurales, desarrollando políticas que les permitan enfrentarse a los retos globales que nos afectan y mantener a la vez nuestras tradiciones y prácticas agrícolas.

Canarias. Latitud de vida.

@AlfonsoJLT