Esta vez la ventana no ha tenido que ser indiscreta: no ha hecho falta. Todo ha sido muy fácil y se ha ofrecido según lo programado, sin vergüenza alguna, con desparpajo y cual campaña vulgar. Al hombre que quiere ser consejero de verdad y ya es, desde hace rato, consejero en sueños, también se le conocía, por maldad de algunos, como consejero en la sombra. Para hacerse con esta distinción, antes tuvo que pasar mucho tiempo en la todavía Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas.

Al consejero en sueños, que igual despierta de tan placentero viaje irreal y se da de bruces con el más dramático de los silencios, quizá resulta que le cae la lotería y se ve, casi de sopetón, jurando o prometiendo alto cargo gracias a los que parece que ahora son los suyos, los del lado CC en el pacto.

El consejero en la sombra o consejero en sueños, mucho mejor ahora esta última catalogación, por lo de la parálisis provisional en la casa que aún regenta Juan Ramón Hernández, desea, por activa y por pasiva, por arriba y por abajo, por el centro o por la derecha, ser consejero de Agricultura, y además cree que es el mejor para ese cargo, justo lo contrario que piensa otra tremenda tropa.

Ese aspirante, hecho a sí mismo e impaciente, ha tirado de todas las carretas posibles para lanzar la bomba de que él puede ser el hombre, el mejor entre la multitud de disponibles... A tal persona, que lidera organizaciones y otros espacios de la economía local, no lo quieren muchos de los que están agrupados en otras entidades agrarias, pero él, por lo que se escucha en corros y en radios, que no en la prensa, cuenta con no pocos ruidosos apoyos.

El consejero en sueños está inquieto en tiempos de la cuenta atrás para constituir el Ejecutivo del Gobierno de Canarias que seguro presidirá el nacionalista Fernando Clavijo. Está tan animado con la opción de llegar arriba que, en vivo y en directo, no pierde oportunidad de darlo todo con tal fin. Algunos de sus amigos, al menos de coyuntura, ya lo vociferan en tertulias, incluso con la máxima de que es el "mejor entre los posibles".

El consejero en la sombra, hombre de cortados en la cafetería reabierta del edificio Múltiples II, tiene la ventaja, si al final se corona, de que ya conoce todos los rincones de las plantas 3 y 4, mucho más algunos de la 3.

Hombre desde hace tiempo vinculado al sector agrario isleño es, a día de hoy, el consejero en sueños, fue hasta hace nada el consejero en la sombra y no será, salvo que el inminente presidente no haya dicho la verdad a tanta y tanta gente, el nuevo consejero de Agricultura.

Por lo pronto, Juan Ramón Hernández se va, que ya ha recogido sus papeles, y el viceconsejero eterno, Alonso Arroyo, también lo hará, que dice que toca familia. Los demás poco importan, que son de segunda o tercera división. Estas marchas y las palmaditas en la espalda de los integrantes de la banda de cornetas y tambores del promocionado han dado alas al consejero en sueños, alguien que pronto conocerá el desenlace de su historia vía decreto con firma de Clavijo, que, si se mantiene en su verdad, avalará otro nombre y otros apellidos.

Todo apunta a eso, pero en política jamás hay algo cerrado. Queda muy poco para el desenlace. La verdad la servirá el BOC, y levantará más de una lágrima.

@gromandelgadog