Un nuevo informe refleja la precaria situación en la que todavía viven muchas personas en Canarias. Por mucho que el vicepresidente y consejero de Educación, Universidades y Sostenibilidad del Ejecutivo canario, José Miguel Pérez, presuma de que en las Islas "nadie ha pasado hambre gracias al PSOE" -desafortunada afirmación-, lo cierto es que la realidad va por otros derroteros. Si existen dudas, ahí está el balance presentado el viernes por Cruz Roja sobre su actividad en la provincia de Santa Cruz de Tenerife a lo largo de 2014, que concluye que lejos de reducirse la demanda de ayudas de primera necesidad (alimentos, alquiler, electricidad...), estas no dejan de aumentar -casi un 30% en el último año- y, según los responsables de esta ONG, no hay visos de mejora. Ante esta radiografía, qué hacen las instituciones públicas canarias y, más en concreto, su Gobierno. Pues a tenor del estudio "Servicios públicos, diferencias territoriales e igualdad de oportunidades" de la Fundación BBVA y el Ivie (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas), hecho público a principios de esta semana, más bien poco, ya que Canarias está a la cola, y muy lejos de las comunidades que más invierten, en lo que se refiere a gasto en servicios públicos básicos. ¿Por qué? Por un lado, la falta de apoyo económico por parte del Estado, que ha dejado de lado a las Islas, a pesar de su dependencia de la transferencia de fondos estatales, y, por otro, no tener claras las prioridades a la hora de gastar. Durante muchos años se optó por dedicar el dinero a infraestructuras -muchas de ellas también necesarias- en lugar de incrementar las partidas destinadas a sanidad y educación. Ahora lo que toca es reconducir la situación y aprender de los errores cometidos.

Hay que reconocer el esfuerzo realizado por el Cabildo de Tenerife para aumentar la conectividad de la Isla, tanto mediante acuerdos con distintas compañías aéreas como con su presencia en los principales portales "online", lo que facilita la llegada de turistas a los aeropuertos tinerfeños. Entre las últimas incorporaciones está la nueva conexión aérea con Agadir, que tiene además otras connotaciones empresariales nada desdeñables, teniendo en cuenta las oportunidades de negocio que presenta esta ciudad situada al sur de Marruecos. La labor realizada en este sentido por la consejera insular de Acción Exterior es muy loable, ya que ha sabido ganarse la confianza de las autoridades marroquíes y establecer puentes de colaboración con dicho país.

Las viviendas situadas en el barrio costero de Santa Lucía, Güímar, corren aún el riesgo de ser aplastadas por alguna piedra, fruto de los desprendimientos que se producen en la zona. Dos años después del desalojo llevado a cabo en 40 viviendas, ante el peligro de que el talud pudiera desplomarse, los vecinos siguen esperando que el ayuntamiento adopte alguna medida. De momento, lo único que les han comunicado es que "se está trabajando para colocar en el futuro una malla de protección". La verdad es que la respuesta de la corporación municipal en lugar de mitigar la preocupación provoca temor.