Después de presidir el C.I.T. de su pueblo pasó Ramón Miranda a la alcaldía de Garachico. Fue en 1995 y estuvo en el poder hasta 2011. Durante su mandato cabe señalar, como es lógico, luces y sombras. Pero fueron más las luces, muchas más, según mi punto de vista. No sé si habrá otras diferentes opiniones.

Durante la alcaldía de Ramón cabe señalar, como efeméride más celebrada, la del Quinto Centenario de la fundación del Lugar por Cristóbal de Ponte, allá por 1496. Supo rodearse Ramón Miranda de buenos colaboradores, como Lorenzo Dorta, Quico Gutiérrez y otros varios. Lorenzo aprovechó la coyuntura para volver con sus Jornadas Culturales, que llegaron entonces a su XIX edición. (Existe un libro, escrito por el portuense Miguel Machado Bonde, que me libera de tener que citar aquí muchos personajes, muchos actos, muchas celebraciones. Son 175 páginas de buena prosa y dignas de ser conocidas porque en ellas se recogen todos y cada uno de los actos celebrados con motivo del quinto centenario).

El comienzo se celebró en el hotel Mencey, donde SS.MM. los Reyes de España recibieron, de manos de Ramón Miranda, la medalla conmemorativa del acontecimiento. Al margen he de decir que nos visitaron personalidades portuguesas, venezolanas y, sobre todo, italianas, concretamente de Génova, patria de Cristóbal de Ponte. De este singular personaje nos ha dejado Eladio de la Cruz un busto en la Puerta de Tierra.

Después de esto que dejo dicho no es de extrañar que nos visitaran tantas personalidades de las artes y las letras, no solo italianas, como ya consigné antes, sino de otras nacionalidades. Citaré solo a algunas: Ranniero Vanni D´Archirafe, embajador de Italia; Vicenzo Medina, cónsul en Tenerife; Alessandro Guala, representante del Ayuntamiento de Génova; Rafael Caldera, Carlos Carriles y Amable Espina, presidente, embajador y cónsul de Venezuela, respectivamente; Leonardo Charles de Chafires, embajador de Portugal; Jacinto Luis Concienciao, alcalde de Tavira; Gabriel Gregorio Nascimento, alcalde de Cámara de Lobos... por lo que respecta a políticos extranjeros.

Pero, además de los políticos, cabe citar a escritores, músicos, oradores, poetas, pintores, escultores... No puedo hacer memoria de todos, ya la hace Miguel Machado Bonde por mí en su libro. Pero quiero dejar aquí referencia de Fernando Vizcaíno Casas, Ricardo de la Cierva, José Arozena Paredes, Francisco Aguilar y Paz, Carlos Pinto Grotte, Alfonso y Juan Manuel García Ramos, Julio Tejero Lamarca, Agustín Guimerá Ravina, Lázaro Sánchez Pinto, Luis Diego Cuscoy, Alejandro Cioranescu, Walter Häenel, Luis Montull, Eladio de la Cruz, Javier Delgado Dorta, Juan Galarza, Pascual González Regalado, Francisco Delgado, Antonio Socas, Roberto Rodríguez...

En la música cabe citar, al menos superficialmente, y quedándome muchos nombres lejos de la memoria, a la Orquesta Sinfónica de Tenerife, el pianista Guillermo González, Pedro Antonio Pérez Delgado, Orfeón La Paz, Los Sabandeños, Benito Cabrera... Hubo cine de los hermanos Ríos, teatro de Ernesto Rodríguez Abad, danza de la cubana Dania Salazar...

No dispongo del espacio suficiente para explicar las cosas mejor. Ni siquiera para citar a las figuras que me faltan. Porque los actos relacionados con la oratoria, la poesía, la música, la pintura, la escultura... se me van. Me creo que los he citado y luego los tengo que incrustar en las líneas ya escritas.

Finalizo haciendo constar que una representación del Ayuntamiento de Garachico se trasladó el año siguiente a Génova, invitada por las autoridades de aquella ciudad italiana. El nombre de Garachico se escuchó y releyó allí en numerosos actos. Fue emotivo cada paso que daba allá la representación garachiquense. No voy a continuar. Vuelvo a remitir a los amables lectores al libro que he citado ya más de una vez. Allí se enterarán mucho mejor de los motivos por los que Ramón Miranda tiene que sentirse orgullosos de haber sido un día alcalde del pueblo de su nacimiento. También yo me alegro, como simple vecino. No sé si usted también, amigo lector.