Respetamos al pueblo porque su voz es la voz de Dios, pero el pueblo está siendo sistemáticamente engañado. Le mienten los falsos nacionalistas de Coalición Canaria, no sus componentes patriotas que están amordazados, y lo estafan los colonialistas españoles. Los primeros hacen creer a los isleños que ellos son sus indudables salvadores por lo mucho que consiguen en Madrid, cuando en realidad solo obtienen míseras limosnas. Solo les dan en la capital de la Metrópoli una ínfima parte de las ingentes riquezas que la Hacienda española arrasa de Canarias. Cuando no consiguen esas migajas, protestan y se lamentan pero no exigen la independencia. Se les va la fuerza por la boca como a los canes ladradores. Pierden la energía en aspavientos mientras que los peninsulares, más cucos y con más labia, se ríen de ellos. Los mismos peninsulares -hablamos de los políticos, el más descarado ivero- que engañan al canario con la falsa creencia de que estas Islas no pueden vivir sin la ayuda de España.

espetamos al pueblo pero despreciamos a algunos sindicalistas que pretenden emponzoñar con falsas acusaciones la impecable línea editorial de EL DÍA en favor de conseguir la soberanía canaria. Sindicalistas, como decíamos ayer, que meten la pata y hasta la cagan. Mentir sobre la conducta de este periódico es mentirle al pueblo. Los problemas no se arreglan únicamente con manifestaciones callejeras, pero por algo hay que empezar. Echarse a la calle, siempre de forma pacífica, es una forma de ir despertando las conciencias que aún están dormidas, pero siempre que esas manifestaciones sean por motivos serios y decentes. No es decente acusar a los empresarios por tener que despedir a algunos trabajadores que ya no necesitan y cuya permanencia en la empresa, como también señalábamos en nuestro editorial de ayer, provocarían el cierre de esta porque al patrón no le queda dinero para seguir pagando sueldos. Lo justo y lo decente es señalar a los culpables. Los responsables de la miseria del pueblo canario no son otros que Paulino ivero y sus compinches políticos, todos ellos incapaces de resolver los problemas de estas Islas, y los colonialistas españoles que nos siguen exprimiendo como limones.

Ha dicho en estos días Manuel Pizarro que el dinero donde mejor está es en el bolsillo de quien lo gana. Pizarro advirtió de la enorme crisis que se nos venía encima. Sin embargo, sus avisos fueron despreciados por Zapatero. Los minusvaloró Pedro Solbes, ministro socialista de Economía. Si Canarias no fuese una colonia española, nos hubiésemos salvado de la quema. Hubiéramos pasado dificultades, al igual que todos los países del mundo, pero de la misma forma que las naciones civilizadas hubiésemos dejado atrás hace tiempo el desempleo y las colas del hambre. Lo dicho por Manuel Pizarro se puede aplicar a los canarios. El dinero que ganan los isleños donde mejor está es en sus bolsillos, no en las manos de los peninsulares que nos lo arrebatan con impuestos abusivos.

A los pueblos hay que dirigirlos, no narcotizarlos. Estamos tan hipnotizados que no vemos el alcance de nuestras miserias. Las colas del hambre se tornan en invisibles porque muchas personas, obligadas a acudir a las instituciones de beneficencia por la falta de recursos, van casi a escondidas a recibir las ayudas porque les da vergüenza que las vean. Lo que contaba en su artículo de ayer nuestro articulista Andrés Chaves sobre un empresario que lo ha perdido todo hasta el punto de que su mujer está dispuesta a trabajar como empleada de hogar es un caso que se repite constantemente en Canarias.

Hambre encubierta junto con miserias a la vista de todos: en eso se han convertido las antes llamadas Islas Afortunadas. En eso han transformado a Canarias ivero y los colonialistas. Qué pena nos da ver a un pueblo tan noble y tan trabajador pasando hambre y obligado a emigrar por culpa de un necio político. ¿Por qué no dirigen sus críticas los sindicatos contra el presidente del Gobierno de Canarias y contra los gobernantes de Madrid?

Esta situación no se puede prolongar durante más tiempo. O la arregla el pueblo o la soluciona Marruecos incorporándonos a su organización territorial el día menos pensado. Quienes no la arreglarán nunca son los españoles ni sus colaboracionistas en las Islas, que son los falsos nacionalistas de CC. ¿Viajará alguno de ellos a Cataluña o a Vasconia para que les enseñen lo que es el auténtico nacionalismo?