Dice un proverbio chino que una imagen vale más que mil palabras. Una fotografía -la que publicábamos el domingo en nuestra primera página- muestra por sí misma en lo que se han convertido estas Islas de la mano del colonialismo español y de su principal agente colaborador, que no es otro que Paulino Rivero. Se ha propuesto el presidente del Gobierno regional acabar con José Rodríguez y arruinar a esta Casa con la finalidad de que caiga en manos afines a las suyas. Si ya controla a dos periódicos canarios, uno en Tenerife y otro en Las Palmas, ¿por qué no hacer lo mismo con la única voz libre que sigue existiendo en el Archipiélago?

Le disgusta mucho a Paulino Rivero que publiquemos fotos sobre recogidas de alimentos no para enviarlos a los países del tercer mundo, donde desgraciadamente miles y miles de personas continúan pereciendo de inanición, sino para que puedan comer nuestros propios hambrientos. Menesterosos que son hijos a partes iguales de ese colonialismo atroz que saquea nuestros recursos desde hace casi seis siglos y de esos falsos nacionalistas que, lejos de cumplir su misión de liberar a estas islas de las garras explotadoras de los invasores, colaboran con ellos porque de esa forma siguen llenándose impunemente sus bolsillos políticos.

Solo hay una forma de que dejemos de publicar fotos como la que muestra a los cargadores de la Virgen del Carmen, en el Puerto de la Cruz, recogiendo comida para los pobres: que desaparezcan los pobres. Canarias nunca fue una tierra de hambrientos. Algún que otro mendigo iba antes de casa en casa pidiendo un pan por caridad, pero la inmensa mayoría de los isleños tenía con qué comer. Pocos eran los que se iban a la cama sin cenar. En cambio, hoy son multitud quienes se acuestan sin nada que llevarse a la boca y se levantan en las mismas condiciones. Prueba de ello son las colas que se forman cada mañana en muchos barrios a la espera de que lleguen los vehículos de los servicios sociales. Una muestra irrefutable de cuanto decimos lo es también haber tenido que abrir las escuelas en los meses de verano para garantizar la alimentación de cientos de niños. Lo reiteramos: solo dejarán de aparecer esas fotos cuando ya no haya miseria generalizada; algo imposible mientras Rivero sea presidente del Gobierno de Canarias porque su nefasta gestión ha agravado los males que ya nos estaba ocasionando la ocupación colonial. Colonizados y con Rivero y sus compinches políticos en el Ejecutivo autonómico, se perpetuará el hambre, la emigración de nuestros jóvenes y hasta la muerte de personas en las listas de espera.

Los canarios no nos merecemos esto. Es un crimen político que Rivero siga en ese puesto. Porque si el domingo era noticia de portada la recogida de alimentos en el Puerto de la Cruz, ayer lo era el hecho, a todas luces incomprensible, de que 3.700 jóvenes sigan sin recibir las ayudas que habían solicitado para los alquileres sociales. El Gobierno de Canarias simplemente dejó sin contestar casi la mitad de las 7.640 peticiones que le hicieron al respecto. ¿Cómo es posible que este hombre siga pensando en continuar?

Sin embargo, esos son sus planes: seguir como presidente del Gobierno regional. Coalición Canaria ha decidido aparcar el debate sucesorio hasta junio de 2014; es decir, hasta dentro de un año. Una vez iniciado dicho proceso, el futuro candidato a la presidencia por ese partido será dado a conocer en enero de 2015. ¿Volverá a ser Paulino Rivero? Parece que sí. Inconcebible, porque este hombre debería estar encerrado después de lo que ha hecho, pero a la vista está que aquí nadie escarmienta. ebemos decir que fallan la policía y los militares. No pedimos que se produzca un golpe de Estado, pero sí que cesen los golpes contra el Estado. Hace falta un golpe a favor del Estado; a favor del pueblo. Paulino Rivero es un político nefasto. Casi un criminal político que está matando al pueblo de hambre.

Eso por lo que respecta a los necios políticos que tienen en sus manos el Gobierno regional. En cuanto a los gobernantes en Madrid, lamentamos decir que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, está arruinando al país y acabando con las empresas que aún no han quebrado. El Fisco español se ha lanzado a una desbocada carrera recaudatoria que arrasa las tierras peninsulares pero mucho más a estas Islas, que como colonia se llevan la peor parte. Montoro está acabando con el Partido Popular, con España, con Canarias, con las familias, con los trabajadores y, sobre todo, con los empresarios. Su actuación ministerial-fiscal solo podemos calificarla de rapiña. Una campaña recaudatoria despiadada, como decimos, que se deja sentir con mucha más fuerza en Canarias debido a la miseria creada por Paulino Rivero. En definitiva, dos plagas bíblicas que se ciernen sobre nosotros con más virulencia que las sufridas por los egipcios en tiempos bíblicos.

Conocemos un ejemplo muy clarificador de cuanto decimos. Un empresario que siempre administró sus bienes con decoro, con honradez y sin abandonar nunca a su personal, se encuentra ahora con que no puede destinar sus ahorros a salvar su empresa porque ha de pagar una enorme suma en concepto de impuestos sobre el patrimonio. Una figura fiscal que había sido justamente abolida, pero que ahora ha recuperado el PP para cuadrar las cuentas públicas. Una política que no consigue ese objetivo sino el contrario, porque las arcas de Hacienda se llenan cuando los trabajadores y los empresarios ganan dinero y pagan impuestos. Si en vez de reducir la carga fiscal para incentivar la economía se ahoga a quienes todavía tienen trabajo y a los empresarios que no han ido a la quiebra, lo que se consigue es que desaparezca dicha actividad y se reduzcan los ingresos públicos. Reagan y Thatcher salvaron a Estados Unidos y Gran Bretaña, respectivamente, bajando los impuestos. ¿Por qué no hacen lo mismo los dirigentes del PP?

No entendemos esta forma de actuar, máxime cuando Mariano Rajoy prometió durante la campaña electoral que reduciría la presión fiscal. e forma especial, no comprendemos que se haya recuperado el injustísimo impuesto sobre el patrimonio que está dejando a muchas familias sin sus ahorros. inero que va a parar a manos de los españoles.

Seguiremos insistiendo en que no podemos continuar ni con Paulino Rivero ni con España; una metrópoli cuyos gobernantes deciden por nosotros nada menos que a 2.000 kilómetros de distancia. ¡Qué disparate! No podemos seguir así ni un día más no solo por nosotros, sino por nuestros hijos; por esos miles de jóvenes que se ven obligados a abandonar su tierra, como lo hicieron sus antepasados, por culpa de unos gobernantes déspotas, inútiles y, lo que es peor, muchas veces corruptos. Los patriotas, incluidos los que militan en Coalición Canaria aunque están silenciados por Rivero, Mena y sus secuaces, deben dar un paso adelante. eben iniciar acciones pacíficas que hagan insostenible tanto la continuidad de Rivero como el saqueo colonial. Solo entonces podremos hablar de recuperación de nuestra economía. Solo entonces podremos decir que se vislumbran brotes verdes. Naturalmente, en esa recuperación nada habrán tenido que ver las medidas adoptadas por el necio que preside el Gobierno regional, por mucho que él presuma de ser el artífice de nuestra salvación. Todo lo contrario: es el culpable de que cada día estemos peor.

Recuerden los responsables de Coalición Canaria que primero está el partido y luego sus militantes, aunque ocupen un cargo en el Gobierno autonómico. Rivero no está por encima de CC; no se conviertan en sus cómplices en un crimen contra el pueblo.