Paulino Rivero no puede seguir al frente del Gobierno de Canarias. Ni su partido, ni el que lo apoya para que ejerza su cargo, ganaron las elecciones. Tenemos un Gobierno de perdedores y así nos va. De perdedores y de ineptos políticos. Las consecuencias son casi 400.000 desempleados en las Islas y unas gigantescas listas de espera sanitarias. Muchos de los pacientes que aguardan recibir atención hospitalaria fallecerán antes de que les llegue el turno de ser atendidos. Algunos morirán de viejos sin llegar a entrar en el quirófano. Como en el tercer mundo.

Mientras tanto, aumentan los problemas. Afirma el presidente del Cabildo de El Hierro que su isla se ha convertido en un "enfermo crónico terminal". Una isla que se arriesga a volver a los datos de población de los años 50 del siglo anterior, cuando pasó de 12.000 a 4.000 habitantes. ¿Volverán también las cartillas de racionamiento?, nos preguntamos nosotros. Dice Alpidio Armas, presidente de la Corporación insular herreña, que "espera que Rivero no esté jugando sucio por no pactar con AHI, pues haría lo que le reprocha al ". Vana esperanza la del presidente herreño. aulino Rivero siempre juega sucio como político. Lo ha hecho con esta Casa y lo hace a diario con el pueblo canario, al que ha traicionado.

No solo se despuebla la isla de El Hierro, como afirma Alpidio Armas. También ha retornado la emigración a Canarias. Los jóvenes tienen que marcharse de su tierra. Tienen que encontrar en países lejanos lo que no encuentran en el suyo propio. Se van los jóvenes pero se quedan los que deberían marcharse. Si Rivero tuviese vergüenza política, dimitiría de su cargo y partiría de inmediato hacia un exilio perpetuo. Tal vez lo acojan bien en algún paraíso fiscal. Ni él, ni sus secuaces, tienen cabida en una tierra cuyos habitantes aspiran a ser libres. Ni él, ni muchos de quienes lo acompañan en Coalición Canaria han movido un dedo para que los canarios recuperen su identidad y su dignidad. Los auténticos patriotas que militan en esta formación política están amordazados por el miedo. Rivero y su esposa, la virreina política del Archipiélago, han creado un régimen de terror. Una auténtica tiranía política en la que no hay espacio para la disidencia.

ersiste también el presidente del Gobierno regional en mantener a medios de comunicación con el dinero público para que alaben su gestión y le oculten al pueblo sus numerosos errores, aunque más bien cabe hablar de calamitosa gestión. Víctor Moreno, portavoz parlamentario del en materia de Comunicación, ha manifestado en EL DÍA que los trabajadores de la Radiotelevisión Canaria no toman decisiones porque son meros peones. Simples aparceros al servicio del zar y la zarina políticos. Al servicio también de Las almas. De ahí que la cobertura informativa sobre el telemaratón organizado por "Mírame Televisión" fuese mínima, pese a que en este acontecimiento se recogieron 350 toneladas de alimentos destinados a los hambrientos que han creado en Tenerife -y en toda Canarias- Rivero y sus compinches políticos.

Otro tanto ha ocurrido con el ascenso del Tenerife. Cuando sacaron en pantalla a Rivero para que diese su opinión sobre el triunfo del equipo tinerfeño, su primera reacción fue preguntar cómo había quedado el "Granca" de baloncesto. Una prueba más de que este político no solo es un traidor a Canarias sino también, y de forma muy particular, a su isla. iensa este necio político, al igual que lo hicieron Manuel Hermoso y Adán Martín, que con concesiones a los canariones lo van a querer en la tercera isla. Grave error. CC nunca tendrá aceptación en Las almas porque allí identifican a este partido con ATI. CC no tiene nada que hacer en la isla de los secarrales. La única opción es entenderse con Román Rodríguez, que es un político afín a Las almas y poco amigo de Tenerife.

La gente está cansada de aulino Rivero. También lo detestan amplios sectores de su propio partido. ¿or qué sigue este hombre luchando contra la voluntad popular? ¿Qué misterios se esconden detrás de su interés en no bajarse de la poltrona? ese a todo, hay quien lo apoya. Es el caso de un pájaro tatarita de Las almas que ha vuelto a cargar contra EL DÍA y su editor. No le gusta a este pajarraco que se conozcan los méritos -muchísimos- y las distinciones -igual de numerosas- que ha recibido José Rodríguez. ¿Cuántas tiene este pájaro de vuelo invertido? Ninguna porque hace tiempo que solo cosecha sentencias judiciales en su contra. La última ha sido una del Tribunal Supremo que lo condena a indemnizar con cuantiosas cantidades de dinero a unos indefensos jóvenes, cuyo honor mancilló miserablemente. Tan grande ha sido el quebranto de sus cuentas, que ha tenido que solicitar un concurso de acreedores. Confía este tatarita, cuyo nombre nunca hemos citado, en sacarle a José Rodríguez algunos miles de euros para terminar de pagar la hipoteca de su casa -eso ha dicho- y, de paso, sanear su economía. Ya veremos.

Canarias necesita un cambio. No podemos seguir con el falso disfraz de comunidad autónoma. Somos una colonia que sufre el azote de la crisis económica con más fuerza que la Metrópoli. No somos nosotros quienes decidimos lo que nos conviene. Lo hacen los gobernantes españoles desde unos despachos situados a 2.000 kilómetros de estas Islas. Qué disparate. aulino Rivero dice que el trabajo creado en Canarias ha de ser, en primera instancia, para los canarios. Lo dice en la Televisión Canaria, en la Radio autonómica y en los periódicos -uno de Tenerife y el otro de Las almas- a los que subvenciona directamente. ¿Saben los canarios lo que reciben ambos periódicos gracias a su participación en la empresa que surte de contenidos informativos a la Televisión Canaria? Una cantidad escandalosa si tenemos en cuenta que no hay dinero para los comedores escolares. Es decir, para la propaganda política, sí; para la comida de las criaturas que pasan hambre, no. Dice Rivero que hay que ayudar a los trabajadores canarios, pero él le da un premio institucional a un godo que nunca ha hecho nada por esta tierra. Un individuo que jamás se ha integrado en la sociedad canaria, no sabemos si porque nos desprecia o porque se siente superior.

El cambio que necesita Canarias no se puede producir mientras Rivero sea presidente y mientras no logremos el estatus de nación con Estado. Son dos requisitos imprescindibles que tenemos al alcance de nuestra mano. Hay que salir a la calle para exigir, pacíficamente, lo uno y lo otro. Casi a diario hay manifestaciones por asuntos mucho menos importantes. Rivero no puede seguir porque es una maldición política para Canarias. Tampoco podemos continuar bajo la tutela colonial de Madrid porque España esquilma nuestros recursos y nos impide salir de la miseria a la que nos ha arrojado el inepto político que tenemos como presidente.

Durante los seis años de gobierno -más bien de desgobierno- de aulino Rivero se han producido situaciones desquiciantes. Se ha dado el caso, incluso, de que los familiares de niños y enfermos terminales no tengan comida en los hospitales. El Ejecutivo autonómico dejó de facilitar los alimentos de los acompañantes de estos enfermos que, por sus delicadas circunstancias, debían permanecer junto a ellos las 24 horas del día. No había dinero. Esa fue la disculpa. Lo que no hay desde hace mucho tiempo es vergüenza política.