DOS de las noticias más destacadas de la actualidad de Marruecos que hemos empezado a contar desde el pasado sábado con el artículo titulado "Bastión antiterrorista" son, sin duda alguna, el viaje del primer ministro marroquí a España y la recusación por parte del Gobierno de Marruecos del jefe de la MINURSO en el Sahara.

Desde que el pasado 3 de enero el rey Mohamed VI lo nombrara jefe de Gobierno tras su triunfo en los últimos comicios, este es el primer viaje del jefe del Ejecutivo marroquí, Abdelilah Benkirán, a Madrid, que es continuación del efectuado por su homólogo Mariano Rajoy a Rabat, en su primer viaje al extranjero una vez que relevó en el cargo a José Luis Rodríguez Zapatero. Durante la reunión que mantuvieron en el palacio de la Moncloa, Rajoy y Benkirán analizaron diversas cuestiones de carácter internacional y las relaciones bilaterales hispano-marroquíes, al tiempo que acordaron que la cumbre entre ambos países se celebre en Rabat el 12 de septiembre, casi cuatro años después de la última edición. El primer ministro marroquí también fue recibido en el palacio de la Zarzuela por el rey español, Juan Carlos I, con quien departió cordialmente.

Así, seis meses después de que el Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), islamista moderado, ganara las elecciones legislativas en Marruecos y se hiciera con el Gobierno, su líder ha visitado el Reino borbónico, donde, además de las audiencias citadas, antes se había encontrado con el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y con representantes de la emigración marroquí en Cataluña -donde vive casi un cuarto de millón de marroquíes-, Comunidad a donde había llegado para pronunciar una conferencia en el Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed) de Barcelona. En declaraciones al periódico El País, el mandatario marroquí fue rotundo y categórico: "El día que Argelia quiera, la cuestión del Sahara se resolverá".

Y en este contexto se producía un hecho relevante: según noticias de la agencia española EFE desde la capital del Reino, publicadas por varios periódicos el pasado viernes, día 16 de mayo, Rabat pide a la ONU que retire al enviado para el Sahara. El Ejecutivo marroquí sostiene que ha retirado la confianza a Christopher Ross, al no conseguir "ningún avance verdadero" en el proceso de negociaciones. Esta medida fue anunciada durante una rueda de prensa convocada en Rabat por el ministro de Comunicación y portavoz del Gobierno, Mustafá Jalfi, quien aseguró que Marruecos ya ha comunicado su postura al secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, al que pidió "tomar las decisiones pertinentes para poder avanzar en el proceso de las negociaciones sobre el Sahara". Este anuncio se produce después de que el lunes día 14 el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Saadedin Otmani, declarara que Rabat está "descontenta" con el trabajo de Christopher Ross, ya que este había ido "más allá de sus atribuciones".

Por su parte, Francia pide un arreglo "rápido" de la cuestión del Sahara Occidental que tenga en cuenta las preocupaciones legítimas de todas las partes, al tiempo que ha reiterado su pleno apoyo al plan de autonomía de Marruecos. Y como era de esperar, el Frente Polisario se ha opuesto a la decisión de Rabat, que se produjo en respuesta a un informe de Ross presentado en el Consejo de Seguridad de la ONU, por su secretario general, Ban Ki Moon, que contenía críticas contra Marruecos, al que acusó inclusive de espiar a la MINURSO y de limitar el contacto entre la población saharaui y este contingente. Téngase en cuenta que Christopher Ross fue en su día embajador de los Estados Unidos en Argel, y desde entonces se le ha vinculado al negocio petrolero argelino. Lo que ya sucediera con James Baker, enviado especial a la zona del entonces secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, con negocios petrolíferos en Texas. No pasaba lo mismo con el holandés Van Walsam, que, pese a cumplir escrupulosamente con su cometido, no era del agrado del Polisario.

Mientras tanto, el Frente Polisario sigue actuando a su libre albedrío en Canarias, su santuario, con amplia cobertura diplomática y logística proporcionada por España y Argelia, y su delegado en el Archipiélago, Mohamed Salem, ya se ha apresurado a descalificar a Marruecos por su veto a Ross. Paralelamente, en acciones perfectamente coordinadas, se siguen produciendo graves incidentes en el campus de la Universidad de Rabat por estudiantes saharauis, según ha denunciado el periódico en lengua árabe Al Massac el 16 de mayo pasado. En efecto, fuentes cercanas a estudiantes saharauis indican que este conflicto entre estudiantes, que aflora cada poco tiempo, es provocado por manipuladores extranjeros; y sitúan al llamado Omar Bulsan, miembro del Polisario y representante del Ministerio de los Territorios Ocupados (Servicios Secretos) en las Islas Canarias, que era estudiante marroquí, como la persona directamente involucrada en las algaradas estudiantiles, y que ya intentó hacer lo mismo en la Universidad Hassan II de Casablanca. Bulsan habría instado a Sidi Mohamed Dadesh, un exrecluso saharaui, a perpetrar acciones violentas para desestabilizar las universidades marroquíes. Es sintomático que durante los últimos años haya habido un gran interés de los estudiantes saharauis en matricularse en la universidad de Rabat, con el objetivo de armar alborotos y conseguir un gran eco mediático al tratarse de la capital del país.

También, el aparcero agitador, el tal Carmelo Ramírez (más preocupado de los supuestos derechos del pueblo saharaui que los de su propio pueblo canario), sigue con su movilidad geográfica por todo el Archipiélago (¿quién paga todos esos gastos de viajes, estancias y demás?), y en Lanzarote, con motivo de celebrarse el fin de semana pasado el 39 aniversario de la fundación del Frente Polisario, anunció la organización de una expedición a los campos de refugiados de Tinduf para el próximo mes de noviembre. Repito: ¿quién paga todos esos gastos? Todo apunta a que es Argelia, parte interesada en el conflicto, que sufragaría las actividades de los miembros del Frente Polisario destacados en Canarias y a todas las asociaciones pro saharauis en las Islas y en el exterior, así como a sus más significados prebostes.

Por cierto, para los canarios incautos y opinión pública en general, denunciar que, tal como publica Alertadigital.com, mayo de 2012, al siniestro personaje ese, Willy Toledo, que lleva dos años lejos de los platós cinematográficos pero muy presente en todos los medios de comunicación por sus compromisos con acciones de extrema izquierda, como la Flotilla de la Libertad, el Movimiento del 15M, los piquetes violentos de la huelga general y la lucha en favor del pueblo saharaui, se le ha descubierto una considerable fortuna personal en inmuebles, así como participación en diversas sociedades con las que ha facturado 532.767 euros y recibido subvenciones por una cuantía de 234.000 euros.

¿No es este individuo el que ha declarado que "el enemigo es el capital, son sus bancos, sus multinacionales, sus medios de comunicación y sus gobiernos a su servicio"? ¡¡Menuda pieza!!

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