¿Cómo es posible que sean tan malas las comunicaciones marítimas entre Tenerife y Lanzarote? No hay ninguna línea directa. Es necesario pasar por Las Palmas y encima cambiar de barco. Sube el coche, baja el coche... sube otra vez, y vuelve a bajarlo. Y reza para que esté el mar bueno.

Son un montón de horas de viaje, y al menos un par de veces en semana debería haber una línea directa.

Aquí, el Gobierno de Canarias debería apoyar y dar impulso a esta iniciativa.

Es incomprensible comprobar como Tenerife tiene conexiones directas con Gan Canaria, La Gomera, La Palma y El Hierro, y no las tenga con una isla de la importancia del Lanzarote.

Otro tema es el buque de la compañía Acciona que une las islas con Cádiz. Ese barco extraño, de nombre Albayzin. Acérquense un día al muelle de Ribera y verán que están de acuerdo con mi opinión. No sé cómo las autoridades no intervienen más supervisando los barcos que cubren este servicio, y permiten que los ferrys adecuados para esta línea, que son el Fortuny y el Sorolla estén haciendo rutas cortas en la Península.

PGS

No volveré a votar más

Sí, no volveré a votar en ningunas elecciones. ¿Para qué? Desde luego, no comulgo con los "Indignados", pero el resultado es el mismo. Confiamos en un programa electoral, confiamos en algún candidato que otro, confiamos en que las cosas puedan cambiar.... confiamos en tantas cosas... para que al final nuestro voto se convierta en una herramienta de negociaciones con partidos con los que hasta el otro día se estaban tirando trastos a la cabeza, con partidos a los que no quisiera ver más en el poder, con partidos que no han sido ni la primera ni la segunda fuerza más votada. ¿Quién demonios le ha dado patente de corso a ningún político para que utilice mi voto y se lo dé a otro partido al que no quisiera ver más gobernando, y lo que es más importante, que yo no quiero que mi voto vaya a parar a sus manos? Tremenda hipocresía y ambición están demostrando en estos días. No importa con quien se pacte, el asunto está en que el pacto sirva para que nos mantengamos en la poltrona, así tengamos que pactar con el diablo en persona.

Ha habido ganadores claros en estas elecciones, al Cabildo, al Ayuntamiento de Santa Cruz (es el que me afecta) y a la Comunidad Autónoma. Salvo en el Cabildo, que supongo que se mantendrá Ricardo Melchior como claro ganador de estas elecciones, tanto en el ayuntamiento como en la CCAA no será el ganador quien gobierne. Por arte de magia, el tercero en discordia se mete de lleno en el reparto de prebendas institucionales como premio a mantener en el poder a quien el pueblo ha relegado a mantenerse en la oposición. Pero claro, realmente con nuestro voto no decidimos nada, ahora es cuando comienzan las decisiones y en este momento, fíjate tú, ya no tienen que contar con nosotros para nada.

Podría entender un pacto entre las dos fuerzas más votadas, siempre y cuando se vele por el bien del ciudadano y los programas electorales no sean totalmente contrarios, ya que la mayoría del pueblo estaría representada en este acuerdo. Pero no podré entender nunca que ni PP ni CC pacten con el PSOE después de haber demostrado una y otra vez sus grandes diferencias. ¿Dónde están ahora esas gravísimas acusaciones dignas de una actuación urgente del fiscal competente? ¿Cómo son capaces de sentarse a la misma mesa a pactar después de que cada uno se ha despachado a gusto con insultos que atentan a la propia dignidad de las personas? ¿Tan grande es la ambición por mantenerse en el poder que el ser humano es capaz de perder su propia entidad? Por la mitad de todo lo que se han dicho los unos a los otros, yo los hubiera metido en el juzgado y no admitiría sentarme. Y es que los políticos, esas personas que nosotros designamos para que gestionen nuestro Gobierno, nuestro ayuntamiento y nuestro cabildo, canjean nuestros votos por favores, y mi voto, lleno de ilusión, contribuye a otorgar el "edilato" a quien no se me hubiera pasado por la cabeza elegir. Repito, no volveré a votar, no tiene sentido; de momento, me compraré una caseta de campaña y la instalaré en la plaza de la Candelaria, y en las próximas elecciones, me iré al sur para alejarme de las urnas todo lo que pueda, pues ya no puedo resistir más esta política de "yo te apoyo en los presupuestos y tú pactas conmigo y no con los otros".

J.R.V.