LO MISMO hoy le complico la vida liándolo con un tratado futbolístico inventado como herramienta. Es un análisis teórico en el que tomo como punto de partida que el 50% de los goles que, como media, se meten cada jornada consisten en errores de los defensas o sistemas defensivos y el otro 50% en méritos de los atacantes o sistemas ofensivos. Fifty, fifty.

Vamos a llamar (F) a los fallos y (M) a los méritos. Desagrego o divido ambas variables con las dianas correspondientes a desaciertos brutales, el 25% (F1), que serían meteduras de pata o pifias de envergadura, despistes o carambolas tontas en las que se deja al contrario en franca superioridad para hacer un roto o descosido, mientras que el otro 25% (F2) podríamos achacárselo a huecos de marcaje, mala disposición de líneas o de algún jugador en concreto. Digamos que el 25% son fallos gordos y decisivos (F1) y el restante 25% responsabilidad de la deficiente actividad o disposición defensiva con soterradas taras (F2).

Por el 50% del mérito (M), nos encontramos que hay goles que corresponden única y exclusivamente a la inspiración individual de un jugador o al colectivo de un equipo, materializando paredes increíbles o con una jugada desequilibrante en la que la disposición anterior de la línea defensiva no hiciera suponer el gol. Un tiro desde lejos con fuerza y velocidad por la escuadra sería la muestra de esto que llamo entonces (M1), un golazo, y al que le asigno el 25%. Los demás tantos son consecuencia de revoloteos alabables, movimientos físicos o técnicos combinados, pero ya en jugadas forzadas de tomas y dacas que provienen de ventajas obtenidas previamente a lo mejor por un contraataque o por una casualidad (M2). Digamos que el 25% son golpes inevitables surgidos de la magistralidad o genialidad (M1) y el otro 25% de la concatenación de factores sumados (M2).

Los porcentajes que asigno usted los puede variar, aunque sinceramente no creo que anden muy lejos de lo que sucede de media cada domingo en el 100% de los goles. Tenemos que en cada confrontación puede haber F1 y F2; M1 y M2 por cada uno de los contendientes.

El CD Tenerife es en F1 donde más tiene que mejorar, a favor y en contra. Evitando y aprovechando presentes propios y ajenos. Tenemos demasiados agujeros y no sacamos rendimiento, con reflejos, a los horrores de los demás. Estamos, creo, que muy por encima del común en resoluciones marradas y hacemos el pato con demasiada normalidad. Si realizamos balance de regalos envueltos en papel de celofán a los contrincantes o de oportunidades desaprovechadas en los pies o la cabeza de los atacantes, no salimos bien parados y ahí parece residir la vulnerabilidad de este equipo. Es un problema de seguridad y de: 1.- reflejos, seguramente por tanto palo al estar constantemente en descenso de categoría; 2.- capacidad de cobertura al compañero; 3.- maldad en el sentido de definición. Dado que en estas circunstancias terminales a las que me refiero no se puede andar con chiquitas ni miramiento, asuman que el balón, fuera o dentro, rianga o pumba, veteranía y experiencia, chispa y rabia, intuición y flechazo. En el centro del campo hay que jugar, pero en esas lides finales hay que cortar, clavar o fusilar, sin dilatar ni divagar y asumiendo categoría. Trabajo, trabajo y trabajo para evitar la posibilidad de pinchazos.

Después habrá que pedir algún M1 a favor, una genialidad o un tiro tremendo por la escuadra. Tenemos muy cortita composición de goles brillantes marcados a lo grande; todos y bien pocos, feos y revueltos como la mediocridad. En F2 y en M2 competimos medianamente. En Ponferrada, por ejemplo, el empatito en principio no estaría mal porque, aunque ellos sean igual de malos como se deduce de la clasificación, estamos en una categoría en la que las diferencias son sutiles y en base a ellas se está arriba o abajo. La UD Las Palmas, que ahora viene a perder al Heliodoro, es una buena muestra de que las subidas y bajadas en los gráficos de Segunda son, por norma, mucho mayores que en los de Primera, de lo cual se deduce también que todavía podemos reaccionar y acabar a media tabla.

Estoy convencido de que les vamos a ganar a los canariones, buen rollo y armonía, con un F1 y F2 de ellos y un M1 nuestro.