1.- El domingo pasado publiqué un artículo titulado "El valor de un titular", en el que hacía alusión a mi vieja lucha, terminada hace ya diez años, por que en El Hierro funcionara una unidad de diálisis. Decía que ignoraba si el servicio seguía en pie y hablaba de todo lo que costó que lo instalaran. He recibido una carta, muy gratificante, de don , que dice así: "En contestación a tu artículo, te comento que en el hospital de El Hierro sigue funcionando la unidad de diálisis; hay un grupo de jóvenes extraordinarios que manejan unos equipos muy modernos. No nos podemos quejar. Tres o cuatro personas se están dializando en este momento y son muy felices de hacerlo en su isla. No tiene precio el poder tratar esta enfermedad en el entorno de los enfermos, porque esto colabora bastante a sobrellevar su dolencia. Psicológicamente, te derrumba el estar lejos de tu casa. Soy hijo de una de estas personas". El esfuerzo del Servicio Canario de Salud por mantener esta unidad de diálisis en El Hierro es de mucho agradecer. Qué bien.

2.- Otro lector, que firma Jaro, se refiere a la obra del barranco de Santos, de la que este periódico se ha ocupado con mucho interés. Hace una introducción de la apertura de las vías (la obra está incompleta todavía) e indica que (resumo): "No hace falta mucha imaginación para tener una visión del barranco pasados unos años. Las neveras, lavadoras, cajas, neumáticos, etcétera, serán los adornos de la zona recién inaugurada (a medias, como siempre). Pero hace unos años se hablaba de un proyecto que entonces parecía de ciencia ficción, pero muy atractivo". Y añade el lector: "Se trata de rebajar gradualmente el cauce del barranco hasta que quede por debajo del nivel del mar, con una compuerta en la entrada, en el Charco de la Casona. Sería posible con los medios y maquinarias que existen hoy… con un fondo pintado de blanco o azul, márgenes con flamboyanes y césped, árboles para complementar el descanso y la lectura… La inversión económica podría lograrse cediendo los espacios que se estimen a multinacionales para que abrieran centros comerciales en el entorno del cauce. Con un poco de imaginación y muchas ganas de trabajar se pueden hacer grandes cosas en la ciudad donde he nacido. Me crié no lejos de ese barranco".

3.- Con relación a lo que dice Jaro, los ingenieros Juan A. Amigó y José L. Olcina hicieron, hace años, un boceto del rebaje del fondo del barranco, por el Charco de la Casona. Técnicamente, la obra es absolutamente viable y personalmente creo que el Ayuntamiento de Santa Cruz y la Autoridad Portuaria deben retomarla y buscar financiación para llevarla a cabo. Seguiremos hablando de ello. Y muchas gracias a estos dos lectores.