LA DIRECCIÓN GENERAL DE COSTAS sigue siendo el enfant terrible, que dicen los franceses, de todos los caseríos del litoral y se dedica, entre otras cosas, a la destrucción sistemática de toda construcción costera y, consiguientemente, a amargar la vida al paisanaje, especialmente a la gente de Canarias, echando mano a toda clase de agarraderas, supuestamente legales, para salirse con la suya. Tras un período de relativa calma después de la salvaje demolición del caserío de Cho Vito, en la costa del municipio de Candelaria, dejando en la prostituta calle y sin techo a varias familias, Costas amenaza actualmente con derribar una parte del hermoso y singular edificio del hotel Médano, que es el primer hotel de categoría que se construyó en el Sur de Tenerife y que fue inaugurado por el entonces ministro de Información y Turismo, don Manuel Fraga Iribarne, en un memorable acto al que asistió y del que informó para EL DÍA este periodista. Costas la tomó igualmente con varias casas colindantes con el hotel, alegando también supuesta ocupación de espacio marítimo-terrestre de dominio público.

Pero me parece que, en este asunto concreto, Costas ha pinchado en hueso porque el vicepresidente del Gobierno de Canarias y consejero de Economía, don José Manuel Soria, rechaza esa barbaridad de destruir riqueza en medio de la crisis que padece el país.

En esta tema, en el que llueve sobre mojado, porque hubo intentos anteriores de terminar, prácticamente, con el establecimiento hotelero, entonces único en el Sur, al parecer, Costas sólo quiere demoler una parte del inmueble porque, dice, es la que ocupa espacio público. Pero entiendo que la ley, según expertos, y no sé por qué, no admite en estos casos destrucciones parciales, por lo que se teme que la parte a demoler sea de una porción fundamental del edificio y afecta a otras instalaciones y servicios.

Entre otras razones contundentes, Soria se basa en que cuando se construyó el hotel aún no se había aprobado la vigente Ley de Costas, que es la que, impropiamente, ahora se aplica.

El vicepresidente del Ejecutivo hizo estas declaraciones durante la visita que efectuó, recientemente, a Granadilla, en la que también se refirió al insólito y negativo caso del puerto de Granadilla, cuyas obras, ya parcialmente iniciadas, no avanzan en absoluto con la necesidad imperiosa del mencionado puerto. Pero esto es otra cuestión.

Entre tanto y, a falta de más derribos, Costas presenta una denuncia contra el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, por el jolgorio que se organizó en la Playa Jardín durante la celebración de la víspera de San Juan. Según la fotografía del "día después" que publicó este periódico, la basura residual y el aspecto de la playa no eran los más adecuados, pero me gustaría saber si en una parte de un municipio, como es una playa, manda más Costas que el propio ayuntamiento hasta el punto de denunciar la primera a la Corporación municipal. Cosas veredes, que decía don Quijote a Sancho Panza.